CIDH ABRE AUDIENCIAS SOBRE LATINOAMÉRICA
(+) Varias organizaciones sociales denunciaron ayer ante la CIDH que Honduras vive bajo “un régimen dictatorial” desde las polémicas elecciones del 26 de noviembre.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) abrió ayer las audiencias públicas en Bogotá en las que mostró su preocupación por las denuncias de abusos de la fuerza pública salvadoreña y vio urgente que Guatemala proteja las creaciones textiles de las mujeres indígenas del país.
En la primera jornada del 167 período de sesiones de la CIDH, el comisionado Joel Hernández comentó que “los posibles abusos de fuerzas del orden público”, denunciados por parte de varias organizaciones salvadoreñas, “serían preocupantes” puesto que, de comprobarse que son ciertos, abrirían “heridas ya cerradas”.
Previamente, Abraham Ábrego, vocero de la Fundación Cristosal, denunció que 25 años después del acuerdo de paz que puso fin al conflicto armado de El Salvador perviven “retos importantes” frente a la corrupción y la “impunidad en los crímenes”, así como la ineficacia de la jus- ticia penal. Ábrego también comentó que la desmilitarización “ha sido uno de los mayores logros de los acuerdos de paz”, lo que llevó a que las Fuerzas Armadas se limiten “a cumplir sus funciones constitucionales”.
Por su parte, Benjamín Cuéllar, representante del Laboratorio de Investigación y Acción Social contra la Impunidad en El Salvador, respondió al ser preguntado por la CIDH que “no ha habido ningún proceso de justicia transicional” en el país.
En opinión de Cuéllar, si hubiera habido cambios de fondo y no sólo de forma “no habría desplazamiento forzado, desapariciones ni feminicidios”, por lo que pidió medir los cambios de fondo “por la profundidad y resultados”.
Ante la situación expuesta por las organizaciones de la sociedad civil, la comisionada Margarette May Macaulay dijo que la CIDH está abierta a “cualquier solicitud de apoyo técnico de cualquier medio” que precisen en el país centroamericano.
También en la primera jornada, la comisión consideró ayer “urgente” que Guatemala proteja las creaciones textiles y la indumentaria originaria de las mujeres indígenas del país, quienes denunciaron que empresas de ropa y diseñadores “roban y copian” sus diseños.
“Es un asunto muy urgente que ellas tengan leyes específicas (...) para colectivamente proteger sus propiedades intelectuales, y que si son robadas, ellas tengan la manera de buscar un remedio”, apremió May Macaulay.
Durante la audiencia, la vocera del Movimiento Nacional de Mujeres Tejedoras Sandra Xinico denunció ante la CIDH que preservar sus creaciones tradicionales “en un mundo de globalización que todo lo vende” es una “acción de resistencia (...) sobre todo de las mujeres indígenas”.