Expectativas y realidad

Es claro que siempre hemos sido un país muy difícil de entender y mucho peor de complacer. La oposición debe jugar su rol, y lo juega aunque muy pobre y más preocupada por la posibilidad de una nueva reelección de Danilo Medina que por lo que hace o no hace el gobierno.

No recuerdo discurso presidencial alguno que llene las expectativas de la oposición, aunque nadie sabe, ellos no lo dicen, cuál o cuáles son sus expectativas.

Por ejemplo, la diáspora en Nueva York celebra por las buenas noticias que para ellos tuvo el discurso y sabe que el cónsul Carlos Castillo será el gran abanderado de esas buenas nuevas a realizar. Pero igual celebra el campesino, y celebra el que usa el Metro y va a usar el Teleférico, y los que no tienen seguro y son ya casi ancianos, y los que queremos una frontera bien cuidada y una presencia de extranjeros controlada, pero para la oposición el Presidente no hizo nada el pasado año, ni ha hecho nada en los cinco restantes, creo que por eso pierden elecciones tras elecciones porque los dominicanos que piensan, y son muchos, no votan por ellos.

Si el presidente Medina hubiera mandado las memorias con un mensaje sin decir discurso alguno entonces arde troya, y es que debe y tiene que ser así, los discursos por ejemplo de Hipólito Mejía y sus muchas “ejecutorias”, mientras al país se lo estaba llevando el diablo, eran aplaudidos y ponderados, por los que hoy acaban con Danilo Medina, si no busquen, oigan y lean.

El gobierno ha hecho una labor que se puede sindicar de extraordinaria, y esto lo escribe alguien sin trabajo y sin beneficios del gobierno, pero hay que ser justos lo primero si queremos ser felices, dijo el inmenso Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte. Nunca antes un Presidente había estado tan cerca, y trabajando por los más necesitados que el actual, y el pueblo es inteligente, aunque no letrado ni con expectativas politiqueras, con ojos para ver y comparar.