VIVENCIAS
TJuan Francisco Puello Herrera
odavía hoy es frecuente encontrar a quienes irónicamente refieren la doble M como una línea marítima de viajes en yolas de Miches a Mayagüez, Puerto Rico.
Pero no se trata de esto o algo parecido, sino de gente que se caracteriza por ser mentirosa y mal agradecida. Desde esa perspectiva se dan casos que para encubrir el mal vivir, esto es, la costumbre de engañar y pervertir las relaciones con otros mediante el sistema del cero mata cero, anteponen su origen “humilde”, sin embargo se han enriquecido sin control moral y ético.
De esta manera, es frecuente encontrar a quienes mediante una publicidad engañosa disfrazan la apariencia haciendo honor al refrán de que aunque la mona se vista de seda mona se queda.
En ese orden, cualquier publicación que se haga sea un diario o mediante las redes sociales resaltando bondades de las que se carece mueve a investigar siempre parte de la historia que se omite o no se cuenta.
Lo anterior puede remitir o aplicarse a más de una historia en la que un sujeto procurando reinventarse o insertarse en la vorágine de una clase social a la que no pertenece se vale de artimañas para escalar esta a cualquier precio.
En esta situación se encuentra más de un desclasado que no tiene la más mínima intención de gratitud de reconocer a quien lo sacó del anonimato en que estaba al llegar de tierras áridas consumidas por la pobreza de espíritu.
Es importante destacar en los que hoy disfrutan de una posición económica “envidiable” la ausencia de dolor por los pecados insensibles. Y, porque no, también recordar que se trata de quién eres no de qué haces.
Quizás lo único honesto que puede quedar en aquellas almas consumidas por la frivolidad en su vivir, es darse cuenta y reconocer el daño que han hecho a quienes han sido sus bienhechores.