A PARTIR DE HOY PUBLICAMOS UNA SERIE PARA RESALTAR EL PAPEL DE LAS MUJERES
“El poder es para construir”
Ella es defensora de las mujeres en el ejercicio del poder político y ha logrado equilibrar sus compromisos como ministra de la Mujer con su rol de madre.
Oriunda de Salcedo, Janet Camilo llega a la ciudad de Santo Domingo con 17 años para incorporarse a la vida universitaria. Poco tiempo después obtiene el título de licenciada en Derecho en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, luego realizó una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Su visión de aportar al desarrollo humano mediante la igualdad de género, la lleva a ser facilitadora en los procesos de formación de varias universidades del país.
Es conversadora, espontánea, simpática y sencilla, pero también es firme en la toma de decisiones. Se autodefine como una mujer franca y guerrera: “Sin duda soy una mujer comprometida con mi ‘ser mujer’. Valoro a las personas por la esencia que representan. Respeto la convivencia humana por lo que soy abanderada del trabajo en equipo. Me gusta estar acompañada, pero a la vez soy un ser humano libre, me gusta sentir que no tengo barreras…”
La política es su pasión, en la actualidad es también vicepresidente mundial de la Internacional Socialista de Mujeres, y presidente del Instituto Latinoamericano Mujer y Política. Forma parte de una numerosa familia de once hermanos y es la madre de Dominique Dolores y Diego Armando Domínguez Camilo.
Con una marcada influencia del espíritu de solidaridad inculcado por su abuela Antonia Camilo y su bisabuela Domitila Díaz, quienes se encargaron de su crianza, desde temprana edad, Janet Camilo ha participado en grupos de ayuda a la comunidad a través de organizaciones religiosas y educativas.
“Fui una niña feliz a pesar de que no crecí junto a mis padres. Mis abuelas llenaron de amor cada espacio de mis días”, confiesa con emotividad.
Camilo entiende que es muy difícil para una mujer incursionar y mantenerse activa en la vida productiva, porque tiene muchos roles en la sociedad. “La participación de la mujer en los contextos sociales la ha sacado un poco de la agenda de la casa, pero eso no quiere decir que no siga siendo nuestra responsabilidad, la clave es delegar. Es importante que la mujer pueda dedicar tiempo a su hogar, a los detalles… arreglar una mesa bonita para la familia o la visita, cocinar el plato favorito de las personas que ama… por más ocupadas que estemos no olvidar esos complementos que nos diferencian”.
“En mi caso particular me gusta cocinar, siento que es una forma de agradar a quienes amo. Siempre busco el tiempo para preparar alguna receta. Prefiero la gastronomía italiana y dominicana y me he dedicado a especializarme y a aprender repostería”, dice.
Como parte de sus asignaciones como titular del Ministerio de la Mujer, trabaja para definir y liderar la ejecución de políticas públicas, planes y programas para lograr la igualdad y la equidad de género y el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres.
Para ella la violencia familiar es un problema estructural que tiene una validación desde lo femenino porque la construcción social ha legitimado este comportamiento y la escuela, la iglesia y la sociedad en sentido general, debe reconocer que es responsabilidad de todos.
“En definitiva andamos mal, no es tema de políticas públicas, las mujeres tenemos que darle importancia a los temas de mujeres, hay resistencia a querer cambiar el modelo, el hombre no quiere permitir que la mujer tome decisiones importantes, por eso se revela. Tenemos que accionar en un proceso de reaprendizaje educativo, apostar a la prevención. La mujer se está empoderando, es productiva, decide su maternidad y el hombre no se ha preparado para este proceso”.
“Debemos educar en nueva visión al hombre para que se sienta libre de llorar si lo necesita, que exista una verdadera sociabilización de género apostando a que se produzca equilibrio ante el derecho. Somos diferentes y nuestros logros serán diferentes, pero ante la ley y las oportunidades somos iguales”, sostiene la profesional del Derecho.
Janet Camilo confiesa que uno de sus pasatiempos favoritos es la lectura. “En el colegio me cultivaron el arte de la literatura. Disfruto la poesía. Me gusta leer sentada un sillón en la terraza rodeada de mis orquídeas o en mi habitación. Otra de las pasiones que me envuelve es la música. Soy una mujer romántica, crecí escuchando a Camboy Estévez: ‘esta calle al final... tiene tu nombre’. A José José, Angelita Carrasco, Julio Iglesias, Leonardo Fabio… ¡yo soy una mujer que cree en el amor!, disfruto una cena a la luz de la luna con velas y una buena conversación”.