La Fundecom dice GLP debe venderse a RD$77.92
La Fundación por los Derechos del Consumidor (Fundecom) consideró que el galón de GLP debe venderse a RD$77.92, en vez de a RD$116.30 como aprobó el Ministerio de Industria y Comercio y Mipymes para la semana del 3 al 9 de marzo de 2018, tanto por la baja calidad del producto y si se diera cumplimiento al artículo 8 de la Ley 112-00 de Hidrocarburos.
La organización de defensa de los derechos de consumidores y usuarios recordó que igualmente la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo, establece en su artículo 24, acápite 3.2.2.3, que se debe transparentar la fórmula de cálculo de los precios semanales de los combustibles, como un reconocimiento de que se ha estado aplicando en forma indebida.
El artículo 8 de la Ley 11200 de Hidrocarburos dice que el precio de los combustibles se fijará a partir del precio de compra en los mercados internacionales más la tasa de cambio, pero a través del decreto 307-01, de fecha 2 de marzo de 2001, se modificó ilegalmente esa fórmula para partir del precio de paridad de importación del petróleo intermedio del oeste de Texas, el cual no consume el país y se trata de un precio de referencia, no real.
Fundecom entiende que llegó el tiempo de que se haga caso a un estudio hecho por el Instituto de Energía de la UASD, el cual estableció que con solo aplicar en forma debida el artículo 8 de la Ley 112-00 de Hidrocarburos, el precio de los diversos tipos de combustibles registrarían rebajas de entre un 20% y un 25%.
Fundecom llamó a las autoridades de Industria, Comercio y Mipymes a acogerse al mandato legal, pues se está perjudicando de manera significativa la economía de la población dominicana y se alejan las posibilidades de convertirnos en un país competitivo, ya que se le está sirviendo un producto a precios elevados y de una calidad cuestionable, pues la mezcla reglamentaria es de 70% de propano y 30% de butano, pero la actual es de 90% de propano y 10% de butano, que es el gas más costoso y de mayor poder calórico, constituyendo de esa manera un doble engaño a la población que sufre cada día las consecuencias de ese desatino.