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TANTO LA MADRE COMO EL NIÑO PUEDEN PRESENTAR CARDIOPATÍAS QUE DEJAN SECUELAS INMEDIATAS, Y, EN OTROS CASOS, LA MADRE TIENE UNA CLARA SENTENCIA DE ENFERMEDAD A PARTIR DE LOS 40 AÑOS
El corazón no escapa a la problemática del embarazo en adolescentes. Este órgano también puede sufrir lesiones severas que se manifiestan de inmediato en la vida del feto, o presentarse con el paso de los años en la vida de la madre, que en muchos casos recibe la sentencia de convertirse en cardiópata al llegar a sus 40 años de edad.
Los estudios así lo demuestran, y las causas son claras, explica el reconocido cardiólogo César Herrera, director del Centro Cardiovascular de Cedimat, quien recuerda que las primeras 14 a 16 semanas del embarazo es cuando se forma el corazón de la criatura, de ahí que los conocimientos y la madurez de la madre son vitales.
Explica que en ese período cualquier descuido de la madre, que puede ser tan simple como tomar mucho alcohol, fumar hookah, tomar un medicamento sin receta que puede ser incluso un analgésico o un antibiótico, o padecer una enfermedad viral, puede influenciar en el desarrollo de esa criatura pudiendo afectar el corazón.
De ahí que asegura que el embarazo en adolescentes es un problema doble, ya que una persona a esa edad todavía no tiene su cuerpo formado por completo físicamente hablando, ni tiene la madurez psicológica necesaria para enfrentar algo tan serio.
Esa inmadurez, señala, hace que lleguen tarde a la evaluación médica, con un embarazo ya avanzado, por lo que no han tomado las vitaminas necesarias desde el inicio del embarazo y muchas veces la falta de vitaminas provoca efectos cardiacos y fetales.
“La criatura está expuesta a desarrollar cardiopatía congénita, donde las más comunes son los agujeros entre las cámaras del corazón, como las aurículas y los ventrículos. También una muy seria que es la tetralogía de fallot, que es cuando el niño nace morado, la sangre no le oxigena y hay que intervenirlo rápidamente”, explica el doctor Herrera.
Recordó que se estima que en el país nacen entre 1,200 y 1,400 niños con cardiopatías, cifras extrapoladas de otros países, de los cuales, algunos casos ocurren por factores genéticos que no se pueden controlar y otros por factores ambientales tóxicos, drogas, antibióticos, enfermedad viral, embarazo de alto riesgo, fumar, usar hookah e ingerir alcohol.
Recuerda que las embarazadas adolescentes tienen una alta incidencia de partos prematuros, de niños con bajo peso e hipertensión, diabetes gestacional y que esos cuatro factores inciden para que después de los 40 años la madre manifieste una enfermedad cardiaca.
Hipertensión y cardiomiopatía
El embarazo en la adolescencia, explica, aumenta el riesgo de hipertensión, que es lo que se llama preeclampsia, estando directamente conectado con daño renal y accidente cerebrovascular. Además, tiene mayor riesgo de desarrollar cardiomiopatía de post parto, que es cuando el corazón de la madre aumenta de tamaño en la etapa final del embarazo.
Sugerencias de expertos
El cardiólogo Herrera y el ginecoobstetra Milciades Albert coinciden en que lo primero es educar para prevenir el embarazo en la adolescencia, pero una vez embarazada, entra en juego una fase fundamental que es la calidad de la atención médica.
Entienden que el médico juega un papel de suma importancia para lograr una buena historia clínica y emprender las atenciones que requiera esa paciente, considerada de alto riesgo.
“Lo que se impone, es que si están embarazadas sean llevadas tempranamente a la consulta médica obstetras para medir su presión, darle seguimiento, evitar la preeclampsia y hacer los estudios que determinen tempranamente cualquier daño en el corazón del feto”, señala Herrera.
A su vez, para el doctor Albert, dice que una vez embarazada, los chequeos prenatales de calidad son la clave del éxito en la atención de toda embarazada y en especial de las adolescentes, por lo que un exitoso tratamiento depende de una identificación temprana de la complicación.
Además, sensibilizar a los profesionales de salud en hacer hincapié en los detalles medulares durante la consulta prenatal de la adolescente con miras a mejorar la calidad del servicio.
Conviene realizar, dice, campañas de concienciación dirigidas a los y las adolescentes para que creen conciencia en torno al cuidado de sus embarazos para un buen pronóstico materno y fetal.