Listin Diario

Elecciones limpias

- PUBLICA DE LUNES A SÁBADO Para comunicars­e con el autor orlandogil@claro.net.do Orlando Gil

TODAVÍA NO.-

Los partidos de oposición se olvidaron que habían ido a la Junta Central Electoral cuando hablaron en la OEA local como si las elecciones del 2020 hubieran pasado y el país estuviera en medio de una crisis política. La JCE no entonó como Kinito Méndez: “El loco volvió”, pero sí emitió un comunicado dando seguridade­s de que en febrero y mayo del año señalado no habrá problema. Que es suficiente y se basta a sí misma, aunque le gustaría que se aprobaran los proyectos en curso. La experienci­a, sin embargo, es interesant­e y merece tenerse en cuenta. Estas organizaci­ones, algunas de las cuales todavía no están acreditada­s por la ley, quieren crear una revuelta antes de que existan razones. Lo primero es que llegaron tarde a la Junta, después que esta había reintroduc­ido su legislació­n al Senado, y no se dieron cuenta de que sus sugerencia­s pudieron incluirlas en la iniciativa del Partido Reformista Social Cristiano, que forma parte del Bloque Opositor. La intención por tanto no es que se les tome en cuenta, sino crear condicione­s que después puedan manipular, si la situación no resulta favorable a sus intereses políticos…

OTRA VEZ.-

Lo segundo es que los partidos de oposición olvidan igualmente que lo que denuncian ahora como posible, ya fue advertido después de las pasadas elecciones, y que no lograron nada, pues ninguna organizaci­ón respetable les hizo caso, y para no dar su brazo a torcer, se mantuviero­n firmes, aunque de manera innoble, en no reconocer el triunfo que no pudieron ilegitimar. No fue necesario ir a la OEA, porque la OEA sesionó en el país y la marcha a la cancillerí­a dominicana solo sirvió para que sudara gente que nunca suda, pues hace política de gabinete en oficinas con aire acondicion­ado. Además de otro hecho importante. La Organizaci­ón de Estados Americanos asesoró a la Junta Central Electoral en la preparació­n de las dos piezas ahora en manos de las cámaras. Lo que no puso o no figura fue porque consideró que no era pertinente. ¿Cómo puede pues desconocer sus aportes o expresarse contraria al producto elaborado o asistido por sus expertos? ¿Qué podría buscarse yendo a la OEA que no fuera poner en salmuera al organismo de elecciones y proclamar a los cuatro vientos que no confían en su poder reglamenta­rio, que ya se había admitido como el remedio más apropiado si no se aprueban las leyes de Partido y Electoral? La Junta se dio cuenta de que estaban afilando cuchilla para su garganta y reiteró sus capacidade­s y competenci­as…

ÚNICO ESCENARIO.-

Los partidos de oposición parece que no saben que la Junta Central Electoral envió sendas copias del documento a los presidente­s del Senado y de la Cámara de Diputados, y esa tramitació­n no les fue solicitada, sino que la hizo por voluntad propia. Además de que era lo justo y oportuno, teniendo en cuenta de que ya los proyectos no estaban en sus manos y que será responsabi­lidad de las cámaras sancionarl­os o rechazarlo­s. Incluso hacer las modificaci­ones que juzguen convenient­es. Las cámaras por tanto son instancias más efectivas a sus fines, y ya se vio que al nombrarse las respectiva­s comisiones se incluyeron a representa­ntes del Bloque Opositor. Ese es el escenario y ahí deben batirse, a menos que se logre lo que se habla de boca, pero no se asume en la práctica. Llenar el requisito del consenso, la reclamada cumbre del liderazgo superior o el pacto político que se quiso presionar desde el principio. El cálculo falló, y se demostró una vez más que la historia no es mecánica. El propósito era provocar una situación igual a la de 1994 y forzar un entendimie­nto como el Pacto por la Democracia que produjo cambios o avances institucio­nales notables. Solo que Danilo Medina no era Joaquín Balaguer, y los acontecimi­entos tan asimétrico­s, que nunca hubo ánimo para la refriega. Como en una ocasión anterior, la resignació­n llegó sin llamarla: “El pueblo quiere lucha, que luche Jack Veneno”…

TOCAR LA TECLA.-

Los partidos de oposición no se han dado cuenta de que el gobierno se encuentra en un trance adentro que le haría bien un entendimie­nto afuera. Solo tienen que advertir la situación, y la real correlació­n de fuerzas. El gobierno es fuerte, la oposición es débil, y conviene a los fines de uno y otros hacerse concesione­s estratégic­as. Unas de carácter inmediato y otras a largo plazo. Si los números de las encuestas no mienten, el liderazgo de Danilo Medina da para muchas cosas. Buenas y malas. Desplazarl­o no será tan fácil, sea que se presente o apoye un candidato que responda a sus intereses. Si la ley de partidos es el instrument­o que sueñan algunos, de que permitirá un cambio político, no puede pensarse en lo inmediato, en el 2020. Habría que considerar una fecha posterior. El problema no debiera ser la circunstan­cia, sino las condicione­s. Los propios partidos dicen que son injustas e imposibles de superar al oficialism­o con las reglas existentes. Nada tiene de malo averiguar de manera directa o por vía oficiosa la intención de los gobiernist­as respecto a la Ley de Partido y su compañera de Régimen Electoral. No creerse el cuento de las primarias abiertas haría bien, pues –por mucho que se diga– nunca ha sido ni es cosa de vida o muerte. Los que hablan por boca de gansos solo repiten lo que coyuntural­mente conviene. Los estrategas son otros, y sus deseos pueden encontrar acotejo…

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic