En Capotillo queman gomas por apagones y falta de agua
Varias intersecciones del barrio Capotillo ardieron en llamas la tarde de ayer cuando parte de sus pobladores protestaron por las prolongadas tandas de apagones que aseguran estar recibiendo desde inicio de este año. En la esquina de la avenida Ovando con Albert Thomas fue donde iniciaron las protestas, las cuales se extendieron al interior de la barriada.
La gente dijo que no soporta más estos apagones, la falta de agua para consumo, que los filtrantes están tapados y las inundaciones del sector en tiempos de lluvia, lo que sumado a los asaltos, los tiene en estado de desesperación.
Según explicó Francis Brito, el primer apagón del día lo reciben a las 5:00 de la madrugada, y la luz regresa a las 9:30 o a las 11:00 de la mañana. “La luz vuelve a irse a las 12:30 pasado el mediodía, y no vuelve hasta las 5:00 e la madrugada del día siguiente. Ya tú sabes cómo la estamos pasando con estos calores que están dando”, dijo Brito.
La falta de energía afecta en mayor proporción a los colmados, salones de belleza, talleres y otros comercios, los cuales, si no tienen plantas eléctricas, no generan dinero, explicó José Piña. “La falta de energía eléctrica ha aumentado los actos vandálicos en Capitillo, pues, según los pobladores, por las noches solo escuchan los gritos de las personas que han sido atracadas”, dijo.
En la calle Diego Velázquez, justo detrás del Colegio Santo Cura de Ars, y al lado del centro educativo Capotillo, ocurren entre dos y cinco atracos cada noche, contó. Dijo que por esa zona, por la que caminan muchos estudiantes, la gente transita con miedo de ser atracada.
“Lo peor del caso es que por aquí vemos una patrulla que pasa una sola vez y luego desaparece; no vuelven más”, agregó Piña.
Sostuvo que nadie está seguro dentro del barrio Capotillo, por lo que demandó del director de la Policía Nacional enviar equipos fijos que circulen por todas las calles del sector, tanto de día, como de noche. “Nosotros solo escuchamos a las mujeres gritar y correr despavoridas, mientras vemos, por el otro lado, los motores que salen como balas de la zona”, dijo un hombre que prefirió no ser identificado.
Élida Pérez, de la Junta de Vecinos San Antonio, manifestó que la situación del barrio se ha puesto crítica y que cuando van en comisión a la empresa suplidora de energía, se les dice que normalizarán la situación, que están trabajando, pero nunca terminan.