Atlético acaricia cuartos de final
El Atlético de Madrid se enfrenta el jueves en Moscú al Lokomotiv en la vuelta de los octavos de final de la Europa League, con la cómoda renta del 3-0 logrado en la ida, mientras el Athletic de Bilbao buscará una remontada ante el Marsella (derrota 3-1).
Los rojiblancos no deberían tener problemas para gestionar la ventaja con la que acuden a la capital rusa, aunque fiel a su filosofía, el técnico Diego Simeone, no quiere que nadie se relaje. “Saben lo que pienso de las eliminatorias coperas, son complicadas, no es tan simple como parece, más allá de que el resultado es importante, nos tendremos que adaptar y llegar de la mejor manera para que este resultado tenga peso en el partido de vuelta”, advirtió el ‘Cholo’, ya después del partido de ida en Madrid.
El Atlético impuso en la capital española su mayor pegada ante un Lokomotiv defensivo, que apenas inquietó la portería defendida por el joven meta argentino Alex Werner, en la ausencia del lesionado Jan Oblak, que debería volver a la titularidad en Moscú.
Los rojiblancos tienen la duda para este encuentro del delantero francés Kevin Gameiro, que sufrió una lesión muscular en el muslo derecho el domingo pasado en el partido liguero contra el Celta (3-0).
El hispano-brasileño Diego Costa, autor de uno de los goles de la ida contra el Spartak y que frente al Celta también recibió un golpe en el tobillo, sólo sufrió una contusión y podría estar disponible para el encuentro del jueves.
En la ida, el técnico ruso Yuri Semin no ocultó que la falta de sus dos delanteros principales, el peruano Jefferson Farfán y el brasileño Ari, pesó en el juego del conjunto ruso.
El jueves, Semin podría recuperar a Ari, que formaría junto al portugués Éder para buscar una épica remontada.
Más incierta parece la disponibilidad de Farfán, que no acaba de recuperarse de un pequeño desgarro en el muslo izquierdo.
Frente a la cómoda posición del Atlético, el otro equipo español aún en liza en la Europa League, el Athletic de Bilbao, lo tendrá complicado en su campo para levantar el 31 adverso cosechado en la ida contra el Olympique de Marsella.