Planes secretos
Los preparativos para la semana Santa han comenzado. Muchos se preparan para pasar unos días de descanso, ya sea en la playa o en la montaña, y algunos como yo, nos quedaremos en la ciudad y gozaremos de una Capital distinta, tranquila, sin tapones y sin el afán que caracteriza la vida diaria, en estos tiempos. Emma ya tiene planes, irá rumbo a su casita de Nigua en donde, como todos los años, se dedicará a cooperar con el sacerdote y los feligreses para celebrar las ceremonias de la semana más solemne del calendario cristiano. Aunque la costumbre de aprovechar los días santos para vacacionar fuera del ámbito citadino, persiste, hay gente que ha descubierto las delicias de una ciudad despojada del tráfago enloquecedor, que nos permite gozar de los bellos remansos que existen en nuestra capital. Tengo planes para contemplar el ocaso en el Malecón más bello del Caribe y pasear luego por la única ciudad gótica que existe en el continente. Despacio, pausadamente, permitiendo que el embrujador ambiente me envuelva y mi espíritu se reconforte, mientras mi ánimo se apacigua para poder ver la vida bajo otro prisma, más humano y más amable. Mi factótum no sabe de mis proyectos y me mira pesarosa pensando en qué quedaré en casa, sola y aburrida. Será un secreto que solo conocerá cuando regrese, el lunes de Pascua. ¡La sorpresa que se va a llevar!