UNA GLORIA DE LA PINTURA NACIONAL
La consagración y dedicación de esta maestra del arte nacional se debe a su talento plasmado en el lienzo al tocar diversos temas, muchos vinculados a la mujer dominicana.
“Su pincel no araña las telas sino que pasa en ellas lleno de sentimientos agradables…”, así se expresó Pedro Rene Contin Aybar en este mismo periódico en una edición de 1969. Elsa Núñez dejará, sin duda alguna, un legado que los artistas que le precederán debieran consultar y respetar.
A sus 19 años de edad ya había completado el programa de estudios de en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Terminada esta capacitación, tuvo que poner sus conocimientos a prueba en medio de las grandes turbulencias políticas del país en aquellos años. Sin embargo, su arte sobresalió no solo por su profesionalismo, sino por su pasión creativa transmitida en el lienzo.
En esta entrevista, ella nos cuenta sobre los cambios que han sufrido las artes visuales, la necesidad de crear una política cultural a favor de los artistas y maestros de la pintura, así como su percepción de las nuevas generaciones.
¿Cómo visualiza el campo de las artes visuales desde hace 30 años hacia acá?
“Los artistas hemos dejado un buen legado a esta generación de jóvenes y hemos crecido mucho en cuanto a calidad en estos días, lo único malo es que a pesar de estos logros, todavía no estamos proyectados internacionalmente. Hace falta una política cultural que tenga intercambios internacionales para dar a conocer nuestras pinturas, porque realmente no somos conocidos a pesar de nuestros trabajos. He enfocado ese punto muchas veces pero todavía estamos igual.”
¿Cómo ha variado el campo de las artes visuales desde el punto de vista comercial y difusivo?
“De difusión, internacional estamos en cero. En cuanto al comercio, este ha bajado bastante y creo que, por ejemplo, un fondo blanco con dos rayones y una sola obra en la pared: minimalismo; algunos decoradores ya no compran arte sino que compran eso y están decorando con este tipo de cosas y eso ha bajado bastante el mercado del arte.
¿Qué posibilidades había antes para los artistas que quizás no estén ahora?
“Antes la gente de clase media alta adquiría obras, pero ahora al estar esa nueva modalidad (el minimalismo), hay personas incluso que están vendiendo sus colecciones. Otro punto que está afec- tando mucho son las falsificaciones porque todavía no se ha controlado. Hay personas que le pagan a estudiantes de arte para copiar las obras de los grandes maestros, con esto tienen un gran negocio, vendiendo más barato obras falsas; muchos ven los buenos precios y las adquieren, pero esas obras no tiene ningún valor. Inclusive los certificados de autencidad que garantizan la originalidad de un cuadro, los están falsificando.
Me parece que el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP), ha fallado en eso. El gremio no ha actuado como debería y lo digo sinceramente sin miedo a que se ofendan. Cuando yo era presidenta del CODAP llevé a la fiscalía varias personas que falsificaban obras. Realmente el derecho de autor no funcionó mucho en esa época ni la misma fiscalía, pero por los menos se asustaron y eso bajo un poco el asunto. Había obras de Domingo Liz, Cándido Bidó, Iván Tovar… eran como cinco pintores falsificados y ahí actuó la fiscalía con los impostores, pero no por el derecho de autor.
Entonces el CODAP como gremio de los artistas debería ser más duro con ese asunto, debería hacerse sentir como y defender a los artistas.”
¿Ayudaría una política cultural a reducir las falsificaciones?
“Si se cumpliera la ley de derecho del autor, quizá si puesto que las falsificaciones son difíciles de reducir. Ahora está en el congreso la ley del mecenazgo que enfoca lo de las falsificaciones, la destrucción de murales, y la ley de arte público. Todo se encuentra dentro de esa ley, pero no se ha aprobado todavía.”