¿Cuánto cuesta ganar un Oscar?
A todo aquél que es nominado para recibir un premio se le crean grandes expectativas porque además de todo el trabajo realizado, se hacen muchos esfuerzos para recibirlos. Como en la política, donde todo se compra y se vende y se hacen acuerdos y reparticiones de cargos importantes, así también sucede ahí. Se crean sistemas muy sofisticados para conseguir votos en forma excesiva, lo cual en muchos casos constituye una forma cínica de lograr el objetivo, es una inversión de tiempo y grandes sumas de dinero en campañas publicitarias que, en algunos casos sobrepasan los límites del buen gusto y la honestidad. Por suerte nuestros espacios no son tan amplios y todos nos conocemos y cada quien sabe de una manera u otra quién es y lo que hace el otro, precisamente por todo lo que se divulga de cada quien. Como siempre, buscando en mis ‘cachivaches’ o almacen de libros y revistas encuentro cosas interesantes como “Somos”, una edición especializada de colección que nos trae noticias, las que aunque son de hace mucho tiempo, para los que estamos en estos menesteres nos resultan actuales. Son sobre el Oscar, acerca de las películas ganadoras año por año, quién se lo iba a llevar en ese año, así como los olvidados por la Academia, pero lo más importante: ¿Cuánto cuesta un Oscar? También, ¿quién da más? La Mafia hollywoodense, etcétera. Por espacio de cinco años fui miembro del Jurado de los Premios El Dorado, creado por mi gran amigo, Máximo Polanco Estrella, y que patrocinaba la firma Licorera Bermúdez. Otros integrantes eran, el maestro Manuel Rueda, pianista clásico; el profesor Manuel Delmonte, Gloria Guerrero, empresaria, que me contrataba con mucha frecuencia para actuar como artista en el mirador de la torre del hotel Naco, y otras destacadas personalidades del arte y la cultura dominicana. No es difícil recordar que nos sacaban de la ciudad o nos aislaban para que pudiéramos trabajar sin presión, desde luego que los aspirantes a ganadores a los mencionados premios siempre buscaban la forma de tener atenciones con uno y nos enviaban “detalles” como flores por ejemplo, cuando se apróximaba la fecha de las elecciones.
Para la época de esta edición, en Hollywood se calculaba que la industria había fijado arbitrariamente la suma de 10 millones de dólares, que era lo que valía ganar un Oscar. Se hacían (y me imagino se siguen haciendo) algunas prácticas indeseables, contra las que han luchado fervientemente los directores: fiestas, regalos, envío de películas en vídeo, viajes promocionales a lugares de recreo, anuncios en muchas publicaciones que ponen a tal o cual película a la consideración de la academia, para congraciarse con los académicos. Entonces: ¿Qué tan justos son los premios?