San Pedro

Les invito ahora a que volvamos la mirada a Pedro, a San Pedro, el apóstol, y que volvamos la mirada para aprender, porque ese personaje está puesto ahí, y aunque hace más de dos mil años que él vivió y existió, está vivo, con sus hechos, con su ejemplo. Está vivo por ejemplo en Roma: el Papa es sucesor de Pedro.

Pero qué le pasó a Pedro en los días de la Semana Santa: que negó a Jesucristo tres veces, hasta lo maldijo. Esto nos sirve de lección, y Pedro era un hombre bueno, pero cuando llegó el momento de la prueba falló. Tuvo miedo, miedo a que lo crucificaran, igual que a Cristo. Cuántas veces en la vida podemos nosotros ser Pedro; su maestro fue fiel a sus principios y a la persecución: él falló. Es una lección que podemos aprender toda la vida.

Y la otra gran lección: la capacidad de Pedro para reconocer sus fallos y para arrepentirse, y es así que volvió, y es hermosa en ese sentido la historia.

Pedro nos enseña a que podemos fallar. Pedro -aunque seamos muy buenos y muy religiosos como élnos enseña que hay que volver y arrepentirse, y Dios, nuestro Señor, en su misericordia, no te quita lo que tú tienes.

“Pedro: has fallado, pero sigues con la misión que yo te he encomendado…”. Y sigue tan vivo, como ejemplo del pasado, que el papa Francisco es sucesor de la misión de Pedro. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.