Mi admiración a doña Carmenchu
Nunca se lo he contado, pese a que hemos sabido echar largos conversados, pero doña Carmenchu es uno de los nombres que recuerdo siempre cuando siendo una niña veía a mi madre leer el LISTÍN DIARIO de ‘pe a pa’, y anida en mí el deseo de ser periodista para trabajar en este periódico, y se me dio. Eso seguro no le resulta extraño, pues ella ha sido inspiración de muchos comunicadores que buscan imitar su obra. Algo difícil. Pocos le llegan a los talones. Ella no es solo una profesional consagrada y de buena pluma, sino una mujer de carácter a la que no le duele decir la verdad por cruda que parezca. Todo sea para enseñar a que se hagan las cosas bien. Paradójicamente, también hace gala de humildad, pues acepta cualquier observación que alguien pueda hacerle sin el más mínimo dejo de prepotencia. Acaba de ser elegida Premio Nacional de Periodismo 2018 por el Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) y el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), y me quedo corta con cualquier juicio que emita al respecto. Aunque algo sí tengo bien claro y es que siempre he dicho que: hay personas que prestigian el puesto y hay personas que se prestigian del puesto. Doña Carmenchu es de esas que no solo prestigian un cargo, sino también un premio como este. Hoy con humildad quiero felicitarla desde este espacio que ella misma propició cada vez que me decía: “Marta, tienes que tener tu columna”. La Vida tiene su estampa. Todas las profesionales que han pasado por aquí y las que estamos hemos aprendido mucho de ella tanto con sus consejos como a través de sus ‘Memorias de Viaje’, las que a ‘Menudo’ escribe para seguir engalanando esta sección que ideó y a la que cuida como una “hija”. Particularmente a mí, me llena de emoción el haber obtenido en determinados momentos sus piropos, más aun cuando sé que para ello hay que ganárselo en todo el sentido de la palabra. Estar tan cerca de doña Carmenchu Brusiloff Ugarte sobrepasó mis expectativas cuando inspirada por ella quería ser periodista. Dios, como siempre, se pasó conmigo y, como si estuviera en una ciudad fabulosa, no solo me permitió estudiar la carrera, sino que me puso cerca de ella para que conociera de cerca que detrás de la hoy Premio Nacional de Periodismo 2018, hay un ser humano maravilloso que admiro y respeto. ¡Felicidades y disfrute un lauro más en su fructífera carrera, mi querida Doña Carmenchu!