UN MOMENTO Judas
Esta vez les invito a que volvamos la mirada sobre Judas, así como en días anteriores hemos mirado a hombres y mujeres alrededor de Jesucristo y su pasión. Vimos a Pedro, a Pilatos...
Judas. Judas era un hombre bueno. Judas pasa a la historia como el hombre que se corrompe, que se vende, que roba. Judas pasa a la historia como un traidor. Judas pasa a la historia con un saldo negativo, y por eso Judas es un personaje que nos enseña.
Cualquiera de nosotros puede ser muy bueno y sin embargo nos puede pasar exactamente igual que a Judas. Judas nos resulta escandaloso, como tantos escándalos que encontramos dentro y fuera de la Iglesia, eso no se puede negar.
Nos escandaliza más Judas que otros que no eran del grupo de Jesús y es porque Judas hizo milagros. Judas predicó. Fíjense como Judas sigue siendo un modelo. Lo grande de esto es que Judas se arrepiente, pero cae en una depresión tremenda y termina suicidándose.
Yo quiero volver a insistir que nosotros en la historia rechazamos el pecado de Judas, pero no condenamos al pecador. Nunca hemos dicho, ni lo diremos jamás, que Judas está en el infierno, pero decimos: no hagamos lo que Judas hizo, no sigamos ese camino, más bien parezcámonos a Pedro, que aunque cometió un pecado semejante, él se arrepintió.
Semana Santa, con todos sus personajes, nos sigue enseñando a través de la historia. Queramos o no queramos, seamos cristianos o no seamos cristianos, Judas sigue siendo una enseñanza para toda la humanidad.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.