MARCAS QUE HAN DESAPARECIDO
Hay muchas que no están y otras que casi no se ven en el mercado. Marcas que en el pasado conquistaron el gusto de los dominicanos, hoy su presencia es prácticamente nula y solo se mantienen como un recuerdo.
Como ocurre en el ciclo de la vida, donde todo nace, crece, se reproduce y muere, productos que en un momento tuvieron un gran apogeo con el devenir de los años perdieron presencia en el mercado y algunos hasta desaparecieron.
Marcas que en el pasado conquistaron el gusto de los dominicanos, hoy son prácticamente nulas y se mantienen como un recuerdo de lo que formó parte de la infancia de muchos.
Los chicles Dubble Bubble, las mochilas Safari, las galletas Vitalidad, los refrescos Mirinda y las mentas verdes, son algunos artículos que por años ocuparon un lugar especial en los hogares dominicanos y que hoy se ven poco en los establecimientos comerciales.
Otros de los productos que casi no aparecen son las galletas Delicias, del grupo mexicano Gamesa, la sidra La Benedicta que llaman “la fría premium”, de la empresa Bodegas Barceló; las famosas “jugolas” o “jugolitas”- jugos populares de naranja con precios económicos- los Yupi Cola (jugos en polvo con sabor a Cola), los refrescos Chubby, bebida gaseosa con sabor a naranja comercializada por la Embotelladora Dominicana (Embodon), las Yoguetas (bolones de yogurt); y los tradicionales Triangulitos de Nestlé.
Además, los chocolates Cri Cri, la leche en polvo “Bambi”; las mentas Cherry Soda, los Frugus (una especie de caramelos blandos) y las vitaminas para niños con la forma de los dibujos conocidos como Los Picapiedras.
Las tradicionales “mentas de guardia” o Super Panca, hechas por la empresa Panca, caramelo duro con sabor a menta en forma cuadrada y envuelta en papel verde satinado, tiene alrededor de tres años que no está en el mercado. La menta Ecla cuadrada, con envoltura en papel verde satinado tampoco se ve. Solo aparecen las mentas de guardia (verdes) envueltas en papel transparente, que tienen forma ovalada.
También en ropas y calzados se verifican faltantes como es el caso de los tennis Paseo y Campeón (que probablemente ya no existen) y los Wiki Wiki (producto utilizado para teñir prendas de vestir), que son escasos. Y, ni hablar de los famosos zapatos “suecos”, de los años 70. Eran unas zapatillas de madera que quien las usaba era reconocida por el sonido de las pisadas.
Pero la desaparición de una marca no es un acontecimiento fortuito. De acuerdo con el especialista en Marketing, Juan Pumarol, es un proceso que se da a través de la manifestación de los consumidores por sus halagos y sus críticas, que servirían como un aprovechamiento para mejorar o reforzar, según sea el caso.
Para Pumarol, cuando un producto es concebido desde las empresas su objetivo principal no es desaparecer, sino expandirse, por ello considera que se hace una planificación previa y una inversión desde el inicio, pasando por su posicionamiento, publicidad, distribución, horas de vendedores, equipos administrativos, etcétera.
¿Por qué desaparece una marca?
El experto en Marketing indica que una de las principales razones por la que una marca puede “tambalear” y hasta desaparecer, es por no estar sustentada en un ejercicio robusto de posicionamiento previo a su lanzamiento.
Además, sostiene que si no existe una propuesta de valor donde se garantice que en verdad ese artículo será un producto diferenciado, con un público claro y con el conocimiento de cómo provocará emociones que enganchen y conecten, sería otro factor que a la larga provocaría una presencia menor.
Las marcas también desaparecen de un mercado por desplazamiento, por retiro a otros países con mejores condiciones de producción y, por la quiebra de negocios.
Aunque cada día surgen nuevos productos que si bien no desplazan los anteriores existe el reto de que los consumidores se vuelven más exigentes y éstos, quizás por moda, innovación o costos tienden en muchas ocasiones a reemplazarlos por lo novedoso.
En la actualidad, la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD) agrupa a fabricantes de 114 tipos de productos, de empresas y marcas que son de fabricación local. Esa cantidad refleja una amplia gama que va desde comestibles, como aceites y grasas, leche, arroz, derivados de café y cacao, productos cárnicos, pollos, huevos y bebidas, hasta la elaboración de abonos y fertilizantes, plásticos, pinturas, materiales de construcción, productos de hierro y acero, entre otros.