Grandes ponchadores
El lanzador líder de ponches por cada nueve episodios lanzados (SO/9IL) en la pasada campaña de Grandes Ligas fue Chris Sale. Promedió 12.9. Encabezó además en proporción de bateadores enfrentados que hizo out por esa vía, al lograrlo en un 36.2%. Estos dos renglones, aunque tienen un objetivo similar, difieren en lo fundamental. La fórmula correcta para medir la capacidad de ponchar de un lanzador es esta última, sencilla pero sólidamente lógica. Por ejemplo, en SO/9IL al zurdo de los Medias Rojas le siguió Robbie Ray con 12.1, no obstante terminó en una cuarta posición cuando se hace el cálculo según los bateadores enfrentados, afectado por otorgar 71 pasaportes gratis en los 162 episodios que completó. De esa manera, el 32.8% de ponches versus bateadores enfrentados de Ray queda por debajo de los alcanzados por Max Scherzer y Corey Kubler quienes dejaron en el plato a un 34.4% y un 34.1% de sus rivales. Cuando se mide la capacidad de ponchar sobre la base de los episodios lanzados no se toma en cuenta los hits permitidos, bases por bolas, golpeos, etc., en consecuencia estos no penalizan, como debe ser, el resultado; en el caso de dividir los ponches entre los bateadores enfrentados estas debilidades sí lo afectan. Los señalados cuatro lanzadores establecieron una marca de todos los tiempos en ese sentido. Ha sido esta la única vez que en una campaña esa cantidad de pitchers abridores logra ponchar más del 30% de los adversarios que afronta. Que un lanzador logre este tipo de proeza es una hazaña notable. En la historia apenas 16 han conseguido algo semejante. Sobresalen Randy Johnson que lo logró en siete ocasiones y Pedro Martínez en cuatro. Tanto Sale como Scherzer, activos, tienen ahora tres campañas con resultados de este tipo y en este 2018 tienen la oportunidad de alcanzar la cuarta, logro que los colocaría en una posición de élite en ese importante contexto.
Histórico
En 1999 Martínez estableció marca cuando promedió 37.5%, cifra a la que se acercó Johnson en 2001 al lograr un 37.4%. El porcentaje de 36.2 de Sale el año pasado ha sido el tercero más alto de la historia y estando en la plenitud de sus facultades tiene posibilidad de superar la marca del astro dominicano. La importancia de contar con un lanzador que posea la habilidad de impedir que la bola entre al terreno es evidente, de esa manera se minimiza que el bateador se embase. El primero que logró en una campaña ponchar más del 30% de los bateadores que enfrentó fue Dwight Gooden en 1984. Ocurrió en su primera experiencia en Ligas Mayores, cuando ganó el galardón de Novato del Año y quedó segundo en las votaciones para el Cy Young. Lamentablemente una conducta inapropiada frustró lo que se vaticinaba como una carrera fabulosa. En el resto del decenio de los ochenta el único que se agregó al cuadro fue Nolan Ryan, un genuino artífice de eliminar a los rivales en el plato, pero también muy proclive al descontrol. “El Expreso” en 1987 y 1989 consiguió un 30.9% y un 30.5% convirtiéndose en el primero en repetir esos promedios en los niveles indicados.
A mediados de los años noventa comienzan a surgir los grandes artífices del ponche, los que someten de esa manera al antagonista manteniendo el dominio de la zona strike y evitando conexiones sólidas. En 1995 Johnson consigue su primera zafra, acompañado de Hideo Nomo. En 1997 el gran zurdo entonces con los Marineros logra la proeza por segunda ocasión, se estrena Pedro Martínez y se une Curt Schilling. De ahí en adelante la cosecha es abundante, emergen tipos como Kerry Wood, dos veces, en 1998 y 2003, Johan Santana, Erik Bedard de fugaz brillo en 2007, Yu Darvish en 2013, Clayton Kershaw también en dos ocasiones, 2014 y 2015 y el trágicamente fallecido José Fernández que en 2016 logró ponchar un 34.3% de los 737 bateadores que enfrentó.
Con ellos se completan los 16 que constituyen un selecto grupo de lanzadores virtuosos del ponche, todos de la actual generación. tonypiñacampora@gmail.com Twitter:@pinacampora