MAESTROS DE LA PINTURA

(+) Se retiró en el año 2000 como profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Ya en 1996 había decidido dejar las aulas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, de donde también era maestro, sin embargo su trabajo no se quedó allí.

Amable Sterling es un artista imparable y un tenaz maestro. No cesa de trabajar. Para él, el dibujo es el sentido de su vida.

Su hogar en La Romana le sirvió como primera escuela de pintura, pues la falta de juguetes la convirtió en algo productivo, reproducir la imagen de los santos que su madre tenía colgados en casa. Esto desarrolló su imaginación al punto que le pidió a su progenitora estudiar en Bellas Artes.

¿Qué madre al ver el pedido de un hijo no hace todos los esfuerzos necesarios para realizar los sueños de este? “Ella empezó a llevar sanes para de esa manera poder pagar mis estudios”, manifiesta el artista.

Llega a Santo Domingo con unos cuantos ahorros y un deseo vivo de aprender todo cuanto estuviera a su alcance para ser un buen artista. Pero estos ahorros llegaron a su fin y como no podía seguir costeando su carrera estaba decidido a abandonarla.

Pero una cosa es lo que piensa el hombre en su corazón y otra la que la divinidad le tiene reservada. Uno de sus maestros, conocedor del talento de este adolescente, habló con el director de Bellas Artes de ese entonces, Jaime Colson, y este posteriormente envió una carta al alcalde de La Romana de ese momento. Sterling nunca supo el contenido de la carta, solo sabe que sus ahorros terminaron, pero esto no fue impedimento para concluir sus estudios de manera éxitosa.