SANTIAGO VA POR SU REDISEÑO VIAL
Al igual que la capital, Santiago también sufre el drama del congestionamiento de sus vías públicas a causa del excesivo número de vehículos de motor que transitan por ellas a todas horas del día.
Pero los santiagueros no parecen dispuestos a permitir que llegue el punto del colapso. El alcalde Abel Martínez ha aprobado trabajar en conjunto con el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) para resolver esta problemática.
A falta de un programa para ampliar las calles y avenidas de su zona céntrica y de otras áreas hacia las que se ha expendido el crecimiento urbano de Santiago, el rediseño vial podría comenzar por un reajuste en el sentido de las direcciones de varias vías, como ha propuesto el LISTÍN DIARIO que se haga en la capital.
Lo que faltaría es un buen estudio de flujos para decidir en cuáles perímetros de Santiago es más agudo e inmanejable el continuo movimiento de los vehículos y si es apropiado reducir las tarifas de peaje de su avenida de circunvalación, para redireccionar a los vehículos pesados que suelen entrar a la ciudad, taponándola.
Este problema de la capital y de Santiago comienza a replicarse, pero hasta ahora en menor medida, en las ciudades del Sur, como Baní, Azua y Barahona, que no tienen todavia abiertas las avenidas de circunvalación.
San Pedro de Macorís, La Romana e Higüey, por ejemplo, han aliviado estas cargas gracias a las circunvalaciones que posee la región.
No dudamos que el alcalde Abel Martínez, que ha demostrado un espíritu de emprendimiento y vanguardismo, transformando muchas cosas en Santiago, acometerá el rediseño vial de su ciudad ya que el taponamiento continuo es causa de irritación popular y de otros tantos contratiempos.