EL REGRESO DE LEONEL
ELECCIONES 2020
Pese a lo irracional que podría verse su candidatura a casi dos años de las elecciones del 2020, el doctor Leonel Fernández está aferrado a la posibilidad de ganar la convención del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y derrotar al candidato que postule la oposición.
El doctor Fernández va cuesta arriba, aunque en las últimas encuestas ha mejorado su posición en la apreciación de los electores, pero siguen presentes que no domina el indispensable comité político de su partido y la mayoría de senadores y diputados del PLD.
Ni los adversarios más acérrimos podrían negar que la posición del exgobernante durante tres períodos del partido oficialista, está mucho mejor situado que hace un año cuando lo juzgaban en pantomimas de plazas públicas, a veces con discursos altisonantes.
La caída en popularidad de opositores radicales como la Marcha Verde, cuyas últimas actividades se han visto descarnadas de público, ayudaron al exgobernante a formarse la idea de que lo dejarían en paz. Se “sotorrió” al notar que el fuego se concentró contra Medina.
Fernández, cuyo camino hacia la candidatura presidencial de su partido está llena de numerosos obstáculos que sus acérrimos partidarios no reconocen, se ha alejado en apariencia en los primeros dos años cuando ni siquiera sugería un ataque al presidente Danilo Medina.
Al escuchar privadamente a esos partidarios y a los estrategas del leonelismo, es evidente que el exgobernante jamás tuvo la idea de no presentarse como candidato partidario y, si pudiera, ganar en las elecciones del 2020 buscando un cuarto mandato.
Su caso recuerda al de José María Velasco Ibarra, presidente del Ecuador, quien ganó cinco elecciones aunque gobernó solamente un período completo, de 1952-1956, pero mayor fijación con el poder lo tuvo el doctor Balaguer, que no concebía su vida afuera del Palacio.
A Velasco Ibarra lo pude ver mientras hacía un curso en el Centro Internacional de Estudios de Periodismo para América Latina (CIESPAL, en Quito, caminando altivo, trajeado con su invariable terno oscuro por las calles de Ibarra y Otavalo, dos regiones indígenas.
Quizás el doctor Fernández cree en el fondo de su corazón que solamente él pudiera salvar al PLD de una derrota posible en los comicios del 2020. Sus adversarios a muerte lo ven de otra forma, que la mejor manera en que el PLD perdiera sería postulando al exgobernante.
Aparte de esos detalles, existe un odio, que al principio era simplemente rechazo, entre el doctor Fernández y el presidente Medina. El primero quiere ganar la Presidencia para derrotar al segundo, y no porque proponga algún programa que concite el apoyo del pueblo.
Recientes encuestas que miden la opinión del público en el momento respecto a las preferencias electorales, dejan bien parado al PLD, en el sentido de que ganaría las elecciones del año 2020 en cualquier situación y contra cualquier candidato opositor.
Según la última medición divulgada el pasado miércoles por la compañía Asisa, y que fue realizada entre los días 17 al 19 de marzo, el doctor Fernández, por el PLD y Luis abinader, por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ganarían sus respectivas candidaturas.
Se trata de un escenario en el cual al parecer los electores consultados asumen que el presidente Medina no buscará la reelección, aunque en cuanto a la valoración y simpatía le otorgan el 54%, superado solamente por la vicepresidenta Margarita Cedeño, con el 59%.
En ese renglón de la encuesta, donde compiten todos menos Medina, David Collado, alcalde del Distrito Nacional, sale adelante con el 50%, por encima del doctor Fernández, con 49% y Luis Abinader, 47% e Hipólito Mejía, 36% respectivamente.
Ahora bien, lo que anima a los seguidores del presidente del PLD son los resultados a lo interno de la organización. Ahí, el doctor Fernández logra el 43% del apoyo peledeísta en tanto que el presidente Medina tendría un 31% y Cedeño, un 17.
Pese a que el Fernández entró en la encuesta anterior de Gallup en el pequeño círculo de los favorecidos por el público, Medina sigue arriba con una valoración del 45% y por la creencia de que será el candidato del partido no obstante el impedimento constitucional.
Encuestas que manejan funcionarios del gobierno y empresarios le dan al presidente Medina mucho más alta valoración que las mencionadas y señalan a Abinader en lugar de Mejía como candidato del PRM. En ellas, la tasa de rechazo del presidente es mínima.
Una señal de incertidumbre en cuanto a quién sería el candidato del PLD la ofrece el dato de que el 46% no sabe cuál de los dos políticos, si Medina o Fernández sería el candidato partidario, una mala señal para el segundo que ya se lanzó al ruedo sin disimulo.
Leonel, para qué
Leonel, para qué fue una pregunta que se dejó caer en un análisis anterior. Los partidarios a muerte del ex presidente no saben cómo explicar, si se recuerda que gobernó tres veces en períodos de vacas gordas, con el Congreso en sus manos y en un puño el PLD.
Quienes, sin estar involucrados en la política abiertamente observan que el expresidente no ha propuesto todavía qué hará si ganara la Presidencia, por lo cual lucha cada vez más abiertamente mientras recientes encuestas valoran mejor sus posibilidades.
Se diría que lo que podría ofrecer el doctor Fernández lo está haciendo Medina. Fernández pudo haber lanzado un plan de alfabetización total por lo cual se le recordaría siempre y pudo haber reconstruido los hospitales y construir nuevos, que sería otro hito.
Su gobierno construyó el Metro de Santo Domingo que Medina ha continuado y le ha añadido un teleférico y proyecta inaugurar un sistema colectivo de buses con aire acondicionado, todos sentados, parados y sentados, para eliminar el adefesio llamado concho.
El doctor Fernández ha propuesto que su partido gobierne hasta el 2044, que sabe bien a los partidarios pero muy mal a los opositores que podrían estar cansados ya de un régimen tan prolongado. Sus planteamientos son generales y se refieren al “le van”, no al “le dan”.
Al Medina reinaugurar el pasado jueves el remodelado hospital Moscoso Puello, que se construyó en la Era de Trujillo en el Ensanche Luperón, dijo que ninguna clínica privada supera al nuevo centro. El único problema es adecentar su entorno. Cuando Medina le de apertura a la Ciudad de la Salud, en terrenos del antiguo hospital Luis E. Aybar, podrá alabarse de que el país contará con uno de los sanatorios más grandes de América Latina y el Caribe, sino el mayor. Su problema será también aliviar su alrededor.