Silvano Quezada
El derecho Silvano Quezada fue un destacado lanzador dominicano que nunca alcanzó las Grandes Ligas, a pesar de agotar una extraordinaria carrera profesional en la pelota criolla, en los circuitos minoritarios de los Estados Unidos y en la Liga Mexicana de Béisbol. Su caso es similar al del zurdo Danilo Rivas, otro sobresaliente pitcher quisqueyano, que por haber registrado sus mejores actuaciones en los años 60 y 70 del pasado siglo, lo mismo que Quezada, tampoco puedo lanzar en las Ligas Mayores.
En el béisbol RD
Silvano Quezada nació el 13 de septiembre de 1939, en Sabana de la Mar, municipio de la provincia Hato Mayor. Actuó en la liga otoño-invernal dominicana en 21 temporadas, 19 de ellas con las Estrellas Orientales, entre 1957 y 1982. (En su primera campaña lanzó con los Tigres del Licey y en 1960-61 tiró dos partidos con los Leones del Escogido). Su récord de por vida fue de 64-56, logrando 8 blanqueadas, 29 juegos salvados y una efectividad de 2.86. En 1,198.1 entradas permitió 1,179 hits y 381 carreras limpias, ponchó a 559 bateadores y otorgó 236 boletos. En la historia del béisbol criollo figura primero en partidos lanzados (358), segundo en innings lanzados, tercero en victorias, blanqueadas (empatado con Pedro Borbón) y ponches, séptimo en juegos completos (22, igualado con Jay Ritchie) y en WHIP (1.17), octavo en aperturas (105) y duodécimo en salvamentos y promedio de carreras limpias permitidas. Fue líder en blanqueadas (2) en 1964-65; victorias (11), partidos completos (7), episodios lanzados (136) y aperturas (15) en 1967-68 y efectividad (1.49) y juegos salvados (7) en 197980.
Ligas Menores
Trabajó durante 14 temporadas en las ligas menores entre 1961 y 1976, doce en la organización de los Piratas de Pittsburgh y las dos últimas en las filiales de los Gigantes de San Francisco. En 460 apariciones, 143 como abridor, tuvo marca vitalicia de 104-94, con efectividad de 2.86, 70 juegos completos, 19 lechadas y 26 rescates. Tiró 1,589 innings, aceptando 1,488 hits y 505 carreras limpias, abanicó 898 y caminó a 387, con un WHIP de 1.180. En la estación de 1966, en doble A, terminó con record de 14-9 y promedio de carreras limpias de 3.08, con 8 juegos completos; compiló récord de 13-7, efectividad de 143, 14 juegos completos y 4 lechadas en 1968, entre doble A y triple A, y en la estación de 1970, en doble A, logró foja de 10-7, 7 juegos completos, 4 blanqueadas y 5 salvamentos. A pesar de esos números y las buenas estadísticas logradas en otras campañas, nunca recibió la oportunidad de lanzar en las Grandes Ligas por los ejecutivos de los Piratas.
Circuito mexicano
En el verano de 1972 y 1973 actuó en la Liga Mexicana de Béisbol, registrando actuaciones históricas, siendo además protagonista de un incidente que le valió su expulsión de por vida del circuito. Quezada comenzó la temporada de 1972 con el conjunto Charleston, sucursal de los Piratas en doble A, siendo cedido en opción por los ejecutivos de Pittsburgh al equipo de expansión Cafeteros de Córdova, propiedad de Chara Manzur, que estaba regresando al circuito mexicano tras haber recesado en 1939. Ese año, con los aportes de Silvano, que finalizó con marca de 22 victorias y 11 derrotas, los Cafeteros se coronaron campeones, derrotando en la serie final a los grandes favoritos Saraperos de Saltillo, echando por tierras todos los pronósticos.
Suspensión vitalicia
Al año siguiente, Ángel Velásquez, dueño de los Diablos Rojos de México, aprovechando sus excelentes relaciones con la organización de los Piratas, consiguió que Silvano fuera asignado a su club, en vez de regresar con el Córdova. Mansur respondió a la acción de Velásquez pidiéndole a Quezada que no se reportara a los Diablos, a lo que accedió el pitcher dominicano. Esa postura de Silvano armó un tremendo lío y en una reunión extraordinaria de los dueños de equipos del circuito y con la temporada ya iniciada, se decidió sortear los servicios del tirador quisqueyano entre todos los clubes, con excepción de Cafeteros y Diablos. Esa fue una medida provisional, para más adelante tratar el caso con mayor profundidad. Es así como los Alijadores de Tampico ganan la rifa y el serpentinero criollo trabaja con ese conjunto en 1973. En esa campaña Quezada logró marca de 22-2 y tuvo una efectividad de 1.98, implantando un récord de 16 victorias consecutivas, que se mantiene vigente. Al concluir la temporada se anunció la suspensión de por vida de Silvano, pero irónicamente se reglamentó que si una jugador sale de la liga para otro circuito, está en la obligación de retornar a su club original. En 1975, Quezada retornó al béisbol de Estados Unidos con la organización de los Gigantes y lanzó por dos temporadas más.