Abinader candidato natural PRM
Luis Abinader está en venturosa situación como líder de la oposición. Sus compañeros de partido deben sentir el avance de su posicionamiento que, traducido del lenguaje de las encuestas a los porcentajes, es una segunda posición ascendente. El PRM tiene un candidato de mucha aceptación. Aún no ha sido proclamado, pero como si lo fuera.
El político y empresario hizo una muy inteligente jugada estratégica al presentar a José Ignacio Paliza para presidente del PRM. Aunque en la práctica el día a día lo realiza el secretario general, que esta vez estará en boca y acción de la Carolina, la hija de Hipólito Mejía, con esta representación logra un dos en uno. Tiene un vocero que cargaría con sus propias opiniones y abre paso al nuevo liderazgo.
Abinader tiene la rémora de las ocupaciones de negocios. Es un político que no buscará dinero en la posición de presidente de la República, porque lo tiene de sobras y sigue aumentando la fortuna merced al trabajo cotidiano. Sin embargo, eso mismo es un lastre ya que no puede atender con eficacia las dos ocupaciones al mismo tiempo. Es contradictorio porque lo malo es lo bueno. La gestión empresarial le roba tiempo, pero iría al poder no a robar porque dinero tiene.
No obstante, la situación de su partido reclama de una gestión de negocios, algo así como un trazado de mercadeo. Los resultados de la primera convención del PRM no han sido satisfactorias, sino más bien un fracaso. La estructura no estaba preparada para esa prueba, pero no todo lo malo es malo en sí mismo. El fracaso es una escuela. Las experiencias de estos errores convencionales pueden trazar la ruta para lo futuro. Abinader debe traspasar las experiencias de negocios al quehacer político partidista.
A velocidad meteórica avanzan los plazos para las elecciones legislativas y presidenciales. El primer tramo es vital para las bases del PRM porque los liderazgos regionales se la juegan en busca de asentarse en órganos de poder municipales y congresuales. Si logran fortalecer el partido en sus respectivas demarcaciones podrían salir airosos y trabajar en favor de una candidatura presidencial que se vislumbra auspiciosas.
Hasta ahora Luis Abinader se vislumbra como el candidato natural del PRM. Tiene el carisma y temple de un candidato presidencial. Se le contempla con una personalidad asentada, todo lo contrario de Hipólito Mejía.
Abinader corre por dentro de la pista del PRM.