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Juan (6,1-15): “Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo”. El mensaje de salvación que ha traído Jesús para la humanidad es el cumplimiento de las esperanzas y promesas de Dios hechas para liberarnos de nuestras falsas expectativas. El gesto de Jesús de retirarse a la montaña solo es comprensible desde la fe. Vale la pena continuar a pesar del dolor, el sufrimiento y el llanto. Es un buen ejemplo que podemos dar a nuestros hijos, porque siempre existen motivos para dejar atrás el pasado y volver a comenzar sin importar el qué dirán ni los obstáculos que la vida nos ponga delante. Hoy sonríen aquellos que pudieron escapar de su amargo pasado, aquellos que decidieron cambiar sus decisiones, aquellos que comprendieron que sus malas acciones no solo les perjudicaban a ellos, sino también a su entorno. La vida está colmada de laberintos desconocidos, y solo utilizando el sentido común y realizando pequeñas acciones podremos llegar hasta donde deseamos. Es preciso apartarnos de las malas tentaciones para no convertirnos en malos actores de nuestra propia película. Pero recuerda: si no haces bien tu papel, vale la pena perseverar hasta llegar a ganar el Oscar a la mejor actuación.

Todo podemos escribir nuestra historia de la mejor manera, grabar nuestros mejores momentos, y desarrollar un guion que nos lleve a la felicidad plena.