VERDOR Y VIDA PARA SANTIAGO
En menos de dos meses, el Gobierno ha hecho dos grandes y decisivas obras para Santiago: su parque central y su jardín botánico, dos pulmones que le garantizan verdor, limpieza ambiental, espacios para el esparcimiento y, en definitiva, vida pura.
Siendo una metrópolis en dinámica de crecimiento, Santiago no podía sustraerse al imperativo de contar con estos dos espacios para amortiguar los indeseables impactos de la contaminación ambiental, que surgen desde distintas fuentes.
Los dos parques, uno para fomentar prácticas deportivas y el esparcimiento de las familias, y el otro para poblar de árboles y arbustos de distintas variedades un área de 650,000 metros cuadrados, un verdadero pulmón natural, constituyen pilares en el esquema de modernizar y embellecer a Santiago como una gran metrópolis.
Las vías principales de acceso han entrado a formar parte del cambio paisajístico que experimenta toda la ciudad con la nueva administración edilicia del alcalde Abel Martínez, que tiene a Santiago como una tacita de plata.
Y el presidente Danilo Medina no se ha quedado atrás en atender algunas necesidades básicas de Santiago, como las que conciernen a la protección del ambiente y de las fuentes naturales de vida de la ciudad.
Por eso fue un acierto su iniciativa para rescatar de la contaminación el Yaque del Norte, el río más largo del país, que baña varias provincias del Cibao, y los apoyos que ha dado al Plan Sierra y a los proyectos de reforestación de las cuencas del Norte, así como la ampliación de carreteras, poniendo incluso en agenda la autopista del Atlántico, el gran sueño de los puertoplateños.
El parque central recreativo y el jardín botánico, dedicado a la memoria del gran investigador y maestro de la flora dominicana, Eugenio de Jesús Marcano, se erigen ya como dos grandes emblemas de una ciudad que no cesa de progresar y de cuidar su imagen, porque, en verdad “Santiago es Santiago”.