Listin Diario

¿Cuántos años tienes?

- LUIS ROSARIO

Con bastante frecuencia habrás escuchado la pregunta: ¿Cuántos años tienes? Mi papá, que falleció a los cien años, cuando le hacían esa pregunta acostumbra­ba responder: “¿Es que ustedes no tienen otra cosa de qué hablar?” Y cuando le felicitaba­n por su cumpleaños decía: “Anjá, por un año más…si fuera por un año menos.”

Tratando de darles luz sobre el valor de la vida, acostumbro preguntar a los niños: ¿Qué edad tenían ustedes cuando nacieron? Generalmen­te la respuesta es una risa y una negativa: “Ninguna.” Ante mi insistenci­a, los niños se van poniendo serios y comienzan a pensar.

Siempre hay uno que responde correctame­nte: “Nueve meses”. Les explico entonces que la pregunta no es un gancho, porque nadie comenzó a vivir en el momento de su nacimiento, sino en el instante de la concepción. Los años que decimos tener se quedan cortos.

Por eso no es correcto decir a una mujer embarazada: “Te felicito, porque vas a ser madre.” No es que va a ser madre; ya lo es, desde el momento que concibió la criatura en su vientre.

De ahí el compromiso permanente que debemos asumir de defender la vida desde la concepción y no violar ese derecho fundamenta­l, que es el más elemental. El aborto es un crimen horrible,

Yo soy el mismo que inició la hermosa experienci­a de la vida, cuando fui concebido. La madre no sólo nos da la vida, sino que la protege en una forma tierna y nos enseña a valorarla. Por esa misión maternal, a las madres les sacamos el plato aparte y les dedicamos el mes de mayo, para agradecerl­es y honrarlas.

Pero los años no son sólo para contarlos, sino para ir creciendo, como hizo Jesús, en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres. Es decir que a la vida hay que darle calidad y esto se logra creciendo humana y espiritual­mente.

He tenido la oportunida­d de subir treinta y cuatro veces al Pico Duarte. En la subida al Pico Duarte por la zona de la Ciénaga de Manabao (Jarabacoa) hay una montaña que la gente ha bautizado curiosamen­te como la “Loma del Arrepentim­iento”. Esto porque esa subida genera los más desesperad­os lamentos: “Para qué me metí en esto; y… hasta pagando. Más nunca vuelvo a inventar”

La vida es como una montaña que debemos subir, queramos o no. A veces caminamos con alegría y entusiasmo; en otras ocasiones se nos hace complicado el camino, pero esa complicaci­ón es preciso verla como un desafío.

¿Cuántos años tienes? Tal vez no interesa mucho saberlo; lo que sí importa es que nuestros años estén llenos de vida en abundancia y eso no se compra con dinero, ni se vende en supermerca­dos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic