Desde la Feria del Libro
La Feria Internacional del Libro (FIL) es un gran acontecimiento cultural, termina el primero de mayo. Gran asistencia de estudiantes de distintos pueblos y gran afluencia de público de diferentes estratos sociales. Qué bueno, debemos volver a la lectura; el que lee nunca está solo. En uno de los tantos libros que he leído de esa gran escritora chilena, Marcela Serrano, dice que su abuela decía "me podrían faltar otros órganos de mi cuerpo pero no los ojos, porque con ellos siempre estoy acompañada". Y es así, la lectura además de entretenernos nos emociona, nunca estamos tristes, aunque así sea, nos acomoda la tristeza.
Comentario
Y siguiendo con la visita a Santiago del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, con quien conversé ampliamente, un seguidor de nuestro programa de televisión y que siempre hemos dicho que es uno de los hombres más capaces que ha dirigido esa importante institución bancaria. Se nos quedó esta parte. Fueron encuentros muy interesantes, saludé a Luis Martín Gómez, excelente escritor, que ha editado varios interesantes libros; siempre amable. también estaban la esposa de Valdez Albizu, Fior de Valdez, así como otros invitados, funcionarios e importantes periodistas. Hubo una degustación, adaptada a la hora de la actividad. En este interesante encuentro habló el gobernador del Banco Central, quien anunció la creación de una división de investigación financiera para la región del Cibao.
Homenaje
Tremendo recibimiento y merecido a ese gran artista Sergio Vargas en su pueblo Villa Altagracia; un montón de reguetoneros y el propio homenajeado cantaron para ese gran público que se dio cita allí. El pueblo se lanzó a las calles a ovacionar al merecedor del Soberano, para que sepan que el arte no tiene que ver con la política. ¡Ah! Estuvo en primera fila Tommy Galán, senador de esa provincia.
Chez Véro
Me encantó cenar en un restaurante francés, es como estar en Francia en nuestro propio país, en Jarabacoa, lugar ideal para hacer turismo interno y disfrutar al máximo, donde siempre es primavera. Es chulísimo, cuando uno llega nos reciben con la mejor sonrisa; el dueño es canadiense, todo un protocolo, nos explica paso por paso, son siete platos acompañados de exquisitos vinos, cada uno lleva bebida diferente. Me pareció tan interesante, divino. Sentada en una fastuosa mesa en cristal hecha por su propietario, JeanFrancois. El restaurante Chez Véro es su casa, muy bella, decorada con esmero por esta unida familia que vino al país en misión humanitaria de los Testigos de Jehová. Las atenciones son magníficas por esta familia Richer; su esposa, la chef Veronique y sus tres hijos, educados y maravillosos. Este restaurante solo funciona dos sábados al mes, por eso hay que hacer cita con antelación.