El salto de la pulga

Primer brinco: ¿A quién se le ocurre invitar a un proxeneta para hablar de moralidad, en un foro internacional sobre el tema de la prostitución? Dele caco…

2.- Analice esto fríamente: Si le arreglan el mundo a los de OMSA (están por eso), ¿cree usted que ello afectaría el voto reeleccionista?

3.- Avanzamos: tenemos varones y hembras de 12 años confesando múltiples relaciones sexuales y padeciendo gonorrea y sífilis, mientras “moralistas” y religiosos siguen bloqueando la educación sexual en las escuelas.

4.- Antonio Marte es un caballo. Se enganchó del Gobierno, vía el PRD, justo cuando se destinarán 8 mil millones para compra de vehículos a choferes.

5.- El profesorado debe estar feliz, porque con todo y 4%, en una evaluación solo un 12% de los estudiantes de tercero de primaria alcanzó nivel satisfactorio de lectura. ¿Será por falta de mejores salarios?

6.- Atención Dirección de Presupuesto: Para celebrar primarias abiertas y simultáneas, hay que buscarle $5,000 millo- nes a la JCE. ¡Pero si no hay, El Hombre los busca!

7.- Con la ley que prohíbe llevar a la calle domésticas en uniforme, ¿cómo se harán las doñotas y amantes oficiales, que gustan exhibirse acompañadas de nanas uniformadas cuidando a sus niños?

8.- Argenis es hombre dichoso. Mire que contar con un abogado como Carlos Balcácer, no es cosa de cualquier desarrapado.

9.- En pleno 10 de abril pasado, nuestro prominente Procurador General declaró que “sigue recibiendo documentos del caso Odebrecht”. Parece haber problemas con el correo internacional y por eso llegaron primero a Perú, Colombia, Panamá, etc.

10.- ¿Qué busca Wally visitando tanto al Presidente? En asuntos oficiales no es… ¿será lobbismo empresarial?

11.- Más que la prisión de Lula, ocupó mi atención la amenaza de los militares si no lo trancaban. ¿Volverán las oscuras golondrinas al continente?

12.- ¿Es cierto que la CIDH pidió que cambiemos la Constitución para acoger a los hijos de haitianos ilegales? ¡No puedo creerlo!

Último brinco: Para decir en Perú que, gracias a la lucha contra la corrupción aquí hemos reducido la pobreza, se necesita ser, más que atrevido, ¡un pechú!