Al PLD no lo salva ni el médico chino
En esta primera semana de mayo la prensa publicó la apertura de relaciones entre República Dominicana y la República Popular China.
La noticia encendió una gama de comentarios y conjeturas acerca de los reales motivos de cada uno de los dos países.
Poca gente especula sobre las razones de los chinos para ampliar sus vínculos en América Latina y los países caribeños.
En un encuentro amistoso, comentaron que el motivo principal del gobierno dominicano para arrimarse a China se debe a la profunda “olla” o “malaria” de las finanzas dominicanas presentadas mediante cifras que no se creen ni en el Banco Central, como tampoco en el Palacio Nacional.
Críticos afirman que entre las troneras financieras de los gobiernos locales, figura una de 500 millones de dólares.
También citan el “cruce” financiero en las cuentas del “megalío” que entraña Punta Catalina.
“De ñapa”, agregan que el gobierno del PLD deberá pagar otros 700 millones de dólares a Odebrecht.
Entonces, habría una situación de prángana entre los motivos reales del gobierno dominicano para entablar relaciones con China Popular.
En “los predios de Mirandita” dicen que rodaron “unos cuartos largos”, cosa que no creo.
Sin embargo, hago la salvedad de que la aseveración no es noticia en un gobierno en el cual “quien menos corre vuela”.
Pregunta un televidente: “¿Es o no es verdad que el escándalo más sonado de sobornos en la historia dominicana involucra a un gobierno del PLD?”
Por sus récord imbatibles, el PLD figura en el “Salón de la Fama” de la corrupción internacional. Pero le está llegando la hora, dice el tema musical. Por más estrechas que sean las relaciones establecidas con la República Popular China, al PLD no lo salva ni el médico chino. Al médico chino pudieran traerlo en grúa.
También pueden llevar al PLD a la misma China en un “911 aéreo”. Se vaticina el riesgo de escuchar: “La operación fue un éxito, pero el paciente murió”.