El peor enemigo de tu matrimonio
El matrimonio tiene muchos enemigos, y hoy te hablaré de uno que no podemos perder de vista: el orgullo. Este se disfraza de una falsa dignidad y penetra a tu hogar, a tu relación conyugal, te puede ver la cara de tonto, aun seas inteligente y prudente, éste de ti fácilmente se puede burlar. Tal vez el hipotético relato que escribí en algo te parezca conocido: Me acosté con mi esposo enojada, en vez de perdonar su falta, y no pude ni dormir, el orgullo me asediaba, éste me incitaba: “Él no merece ni que le dirijas la palabra”. Este monstruo se disfrazó entonces de mi amigo, me daba la razón sobre mi enojo, silencio y rencor. Al otro día me levanté irritada, pues no pude descansar, por toda la casa gritaba, y esto mis hijos observaban, y me preguntaban: “¿Mami, qué te pasa?”. Pero yo les decía: “No, mi hijo, nada”. Luego me fui a mi trabajo y los problemas de mi casa conmigo llevé, no di lo mejor de mí, pues estaba irritada, con sueño y cansada. Más tarde llegué a mi casa y decidí la situación enfrentar, y a mí querido esposo perdonar, entonces vino la paz y calma, pero yo me reprochaba: con varios años de casada, ¿cómo es que esto aún me pasa y le permití al orgullo verme la cara? Sé sabio/a y no permitas que el sol se ponga sobre tu enojo, pues tú y tu pareja son imperfectos, en un momento te tocará pedir perdón y en otro perdonar.