Abinader afirma cambio es impostergable
Hace ocho meses que los legisladores lograron un admirable consenso en torno al proyecto de Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, salvo en un punto: la modalidad de primarias para seleccionar los candidatos.
Ya sabemos que Danilo Medina está cerrado para que se apruebe la Ley de Partidos con primarias abiertas y simultáneas utilizando el padrón universal de ciudadanos con derecho a votar de la Junta Central Electoral (JCE) y que Leonel Fernández no acepta por considerar que lo constitucional es que cada partido determine cuál método escoge y él prefiere que sean los miembros de cada organización quienes seleccionen a sus candidatos.
Cuando en octubre pasado el consenso era total –salvo en el tema de las primarias- el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) paralizó el trabajo de la comisión bicameral que estudiaba el proyecto con la intención de trazar una línea partidaria para poner la ley a punto de aprobación.
Cinco meses después, el Comité Político no pudo sacar una línea compartida sobre si las primarias serían abiertas (como quiere el danilismo) o cerradas (como favorece el leonelismo).
Hace una semana, Danilo envió una carta a los presidentes de las cámaras legislativas en la que pide la formación de una comisión bicameral (igualita que la que el PLD maniató en octubre de 2017 porque el Comité Político del PLD iba a trazar pauta) para que “busquen un consenso posible”.
La carta de Danilo, no tanto el Presidente sino el dirigente del PLD, encontró una acogida consensual en el liderato político y empresarial del país que la vio como una posible salida para aprobar la Ley de Partidos, salvo en algunas organizaciones pequeñas de
El aspirante a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, afirmó que el agotamiento del modelo de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha dejado al país sin respuestas efectivas ante múltiples necesidades, por lo que el arribo del cambio con una nueva administración, es impostergable.
Abinader citó que el deterioro la oposición que la consideraron una injerencia del Ejecutivo en el poder Legislativo, que por demás se expresó muy claramente a través de su mayoría en el Senado.
¿Qué busca Danilo con esa iniciativa?
Nadie me ha dicho, pero el atrevimiento mío es perenne, aunque a mi querido amigo Winston Vargas Valdez no le guste que me arriesgue tratando de “adivinar” el rumbo de esa flecha.
Creo que con su carta Danilo tira otro paso al frente desbrozando el camino de su repostulación en la búsqueda de la reelección presidencial para el año 2020.
Conocedor de que salvo los partidarios de la reelección y el señor Hipólito Mejía (que no se si también la favorece, pero no la obstruye), el resto del país quiere una Ley de Partidos con primarias internas, Danilo lanza una carta para pedir un “consenso de todos los partidos” para salvar esa importante iniciativa que pondría algo de orden en la competencia electoral.
Esa parece ser una suerte de sentencia de Danilo que bien leída podría interpretarse como: -Salvemos la Ley de Partidos, pero con primarias abiertas claro está, porque por eso fue tan claro en su defensa en esa misma carta que pide consenso, cuando el punto de disenso es precisamente ese, si se aprueba con abiertas o cerradas. de servicios como la seguridad ciudadana, la falta de calidad de la educación y la salud pública, a lo que se agrega la persistencia del alto costo de la vida y el desempleo, entre otros males, “son consecuencia de las deficiencias de la mala gestión peledeísta”.
Tildó de “mayúscula vergüenza el hecho de que manteniendo el país un sostenido crecimiento económico, estén colapsados los servicios en los hospitales públicos”, y que pese a la inversión
Si pese al llamado de Danilo el Congreso Nacional no puede ponerse de acuerdo para aprobar la Ley de Partidos porque ni él ni Leonel –los dueños de los votos mayoritarios en el poder Legislativoceden en sus posiciones, entonces podría gritar “no fue mi culpa. Hice todo lo que podía para que se aprobara y los demás no colaboraron”.
Danilismo con manos sueltas
De ahí en adelante, sin Ley de Partidos, o con Ley de Partidos sin tocar el tema de las primarias, el danilismo tendría manos sueltas para empujar el proyecto reeleccionista.
Nunca he entendido por qué el danilismo se obstina en hacer aprobar las primarias abiertas cuando ellos pueden –supongo yocompetir con ventajas para seleccionar al candidato presidencial del PLD y negociar el resto al interior de ese partido, para de paso salvar la unidad aunque rodeada de la desconfianza y la amenaza.
Si como se atribuye decir a Danilo los padrones de los partidos “no sirven”, entonces lo que corresponde es superar ese fraude interno y crear padrones nuevos, pero no quitar a la militancia de cada organización el derecho de escoger a sus dirigentes y también a sus candidatos.
Si las primarias no se realizan con el padrón de cada partido, ¿qué sentido tiene estar integrado del 4% del PIB con que se está financiando la educación pre universitaria, el aprendizaje de los estudiantes de la primaria acusan un serio retraso, como se ha visto recientemente.
Criticó que las autoridades no hayan adoptado medidas de contingencia para mitigar los efectos que tienen sobre la población y la economía del país las alzas de los precios del petróleo y otros factores externos.
Dijo que junto al aumento de los precios del petróleo, las alzas de las tasas de interés y las reformas fiscales adoptadas por el gobierno norteamericano para atraer capitales e inversiones, tienen impacto negativo en economías como la dominicana.
República Dominicana se encuentra ante un escenario exterior muy preocupante, pese a lo cual se desconoce que el gobierno haya adoptado programas o acciones específicas para encarar la situación. Sostuvo que las alzas del petróleo aumentan la tasa del dólar y tienen un impacto fiscal, al que espera que “el gobierno del PLD no responda con su receta de endeudamiento imprudente, que ha pasado a formar parte de la situación de vulnerabilidad de la economía, en un cuadro que se agrava cada vez más, debido a las altas sumas que están siendo destinadas al pago de intereses y de capital de la deuda”.