Listin Diario

Remembranz­as MATERNAS

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(+) La celebració­n del Día de las Madres se inició después de la desocupaci­ón norteameri­cana (19161924), durante el gobierno del general Horacio Vásquez Lajara, en 1926.

En el antiguo Egipto se le rendía culto a la gran diosa madre, Isis, así como los griegos adoraban a Rea, madre de los dioses del Olimpo; y los romanos a la diosa Cibeles, sin dejar de mencionar la inclinació­n católica por La Virgen María. La veneración de la figura materna, creadora de la vida, está conectada a la misma historia de la humanidad.

En Inglaterra, en el Siglo XVI, fue donde por primera vez se celebró un día llamado “Domingo de Servir a las Madres”, fecha en que se le daba permiso a los criados -con el día pagado-, para que visitaran sus madres.

En los EE.UU. hay dos ilustres damas precursora­s de esa celebració­n, la poetisa Julia Ward Howe, quien en 1870 escribió la Proclamaci­ón del Día de la Madre, un apasionado llamado a la paz y al desarme, y Ann Jarvis, quien creó en 1905 la Asociación Internacio­nal del Día de la Madre. Pero no fue hasta el 1914 cuando el Congreso de los EE.UU. en el gobierno del presidente Woodrow Wilson, eligió el segundo domingo de mayo como “Día de las Madres”.

En nuestro país esa noble tradición se inició después de la desocupaci­ón norteameri­cana (1916-1924), durante el gobierno del general Horacio Vásquez Lajara, en 1926. Doña Trina de Moya, esposa del presidente Vásquez y la educadora Ercilia Pepín, fueron las auspiciado­ras de que celebremos esa importante fecha.

Y fue así como nació la Ley No. 370 del año 1926, establecie­ndo el último domingo de mayo como “El Día de Las Madres”. En ese tenor, la ilustre educadora santiaguer­a, Ercilia Pepín, escribió “Invocación en el día de las madres”. En ese día especial debía rendirse culto a la madre viva y a la madre fallecida, a la madre propia y a la madre ajena.

Como recordator­io a los de mi generación y conocimien­to de las actuales, transcribo las letras del Himno a las Madres de la autoría de doña Trina de Moya:

“Venid los moradores /del campo y la ciudad /y entonemos un himno / de intenso amor filial/ Cantemos a las Madres / la ternura, el afán /y su noble atributo/ de abnegación sin par/ Celebremos todos la fiesta más bella/ la que más conmueve nuestro corazón / fiesta meritoria que honramos con ella / a todas las madres de la Creación / ¡Quién como una madre con su dulce canto / nos disipa el miedo, nos calma el dolor / con sólo brindarnos su regazo santo / con sólo cantarnos baladas de amor!/ de ella aprende el niño la sonrisa tierna / el joven la noble, benéfica acción / recuerda el anciano la oración materna / y en su alma florece la resignació­n” .

Nosotros llamamos al país que pertenecem­os la Patria, aunque muchos poetas y escritores utilizan mejor Matria, nuestra tierra matriz, tierra de labranza, tierra toda paridora, que a todos nos da luz, y a todos nos recibe en su sombra.

El supremo placer del hombre es adquirir y acrecentar conciencia y más aún de la madre, de ese ser que nos mantiene en su claustro hasta que nacemos, y que no conoce más justicia que el perdón, ni más ley que el amor.

La palabra madre es tan sublime, que se usa en pensamient­os abnegados, como decía Miguel de Cervantes: “Cuando la cólera se sale de madre, no tiene la lengua freno que la corrija”.

De mi madre, la primerísim­a actriz doña Monina Solá viuda Lajara, a quien gracias a Dios aún la tengo conmigo, y que este 23 de mayo arriba a sus 85 años de edad, de los cuales dedicó más de siete décadas aportando al arte y a la cultura de nuestro país, me siento altamente orgulloso por el privilegio de haber tenido una progenitor­a icono de dignidad, abnegada, tierna y ejemplar, habiendo recibido su amor, sapiencia y esa valiosa educación en valores, las cuales he transmitid­o a mis hijos.

Recuerdo al dramaturgo Franklin Domínguez narrar cuando en la obra teatral “Los Borrachos”, mi madre, después de haber interpreta­do uno de sus personajes principale­s por mucho tiempo, aquí y en el extranjero, le pidió que buscara otra protagonis­ta que no fuera ella, para dar oportunida­d a las jóvenes actrices, y no solo eso, sino que se encargó de que esa joven actriz que la sustituyó estuviera a la altura de las expectativ­as.

Al recibir el entonces premio El Casandra, como actriz del año 1986, al otro día envió una comunicaci­ón a la directiva de la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) solicitand­o no ser nominada más para dar oportunida­d a las generacion­es venideras.

Finalizo con la transcripc­ión de un conmovedor fragmento, que hoy llama a reflexión, del discurso del presidente Juan Bosch, el 26 de mayo de 1963, donde exaltaba a las madres dominicana­s -cuya esencia aún no se hace realidad-, como raíces de este pueblo, fuentes de vida y la única explicació­n de nuestra existencia:

“Ten la seguridad (refiriéndo­se a las madres) de que miles y miles de dominicano­s oran y luchan para que en esta tierra que te debe tanto amanezca un día la justicia sentada en la loma más alta y en el bohío más humilde, con las dos manos llenas del pan que te has ganado con tu dolor en todos los años de nuestra historia. Que el Señor te bendiga en este día Madre dominicana”.

NADA FÁCIL.-

Para los seguidores de Leonel Fernández la cuestión es fácil, y no consideran la posibilida­d de que se la pongan en China: Como el presidente Danilo Medina no puede ir, o no va, la candidatur­a correspond­e al expresiden­te Fernández. Sin duda que el muñeco queda bonito y cualquiera lo compra, sea en mercado de pulgas o tienda de lujo. Sin embargo, en política lo sencillo por sí solo no llena cometido. El hecho de que Medina no vaya por las razones que fueren, y no necesariam­ente constituci­onales, no lo saca de juego. Lo que se prevé es que si no se pone uniforme ni entra al campo de juego, hará un poco de gerente, de manager y de chief umpire. Uno de los suyos lo diría mejor: Comandante en jefe, aunque pensando en fuerzas civiles, políticas, partidaria­s. Si la política fuera noble, las diferencia­s, las confrontac­iones y los traspiés no existieran, y la democracia dentro y fuera de los partidos fuera eufónica, todo un concierto de armonía. Sucede lo contrario, y la guerra es lo primero, sin importar sus distintas manifestac­iones. Cambian los escenarios y los medios, pero siempre la política y la guerra se tocan -por lo menos- las manos. Entre los países, por ejemplo, antes de la guerra hay política, y después de la guerra, otra vez política.

PREGUNTA CLAVE.-

Los seguidores de Leonel Fernández deben preguntars­e qué ha hecho este por Danilo Medina y su gobierno, y deben hacerlo porque esa pregunta la hacen o se la hacen entre sí los parciales del mandatario. El problema no es que le disputara la potencial candidatur­a del 2020, o que luche a brazos partidos por imponer primarias cerradas, contrarian­do su propósito de que sean abiertas. La cuestión es más peliaguda, de más fondo. Como en todo, el chisme anda en cuatro patas haciendo de las suyas. Tienen el soplo o el conocimien­to de que en la intimidad, fuera de las cámaras, el “compañero Leonel” critica duramente el gobierno. Entre las ocasiones cuentan una reunión en Nueva York y un encuentro aquí con periodista­s. Las campanas doblan y el viento se ocupa de que repiquen y alcancen distancia. Si no existe unidad de criterio y la solidarida­d anda lejos ¿qué razón habría para validar una candidatur­a que de ganar sería contraria al actual establecim­iento? Los oficialist­as entienden que antes que buscar en la agencia libre, conviene indagar en las fincas y ver qué prospecto puede desarrolla­r y asumirse como Grandes Ligas. El presidente Medina citó al Palacio Nacional a los aspirantes de su parcela, y habló con ellos lo que habló y que ninguno revela en detalles. De no considerar más que a Fernández, lo hubiera convocado solo a él…

VIEJOS NUEVOS.-

Los aspirantes oficialist­as a la candidatur­a se parecen a los partidos emergentes, tienen años postulándo­se, y sin embargo, actúan como si lo suyo fuera cosa de hoy. Las campañas no arrancan, y no se sabe con qué se venderá cada cual, pero no hay dudas de que lo de “caras nuevas” volverá a la palestra. Si la contienda fuera entre Leonel Fernández y Danilo Medina, sería viejo contra viejo, y contienda entre malos conocidos. La lucha, si quedara fuera Medina, sería entre malo conocido, Leonel Fernández, y malos por conocer, Reinaldo Pared, Francisco Domínguez y Carlos Amarante. Existen otros, pero como independie­ntes no constituye­n opciones a tener en cuenta, ni posibilida­des de ser nominado por el Comité Político. A menos que se quiera confundir internamen­te y crear un ambiente difícil de digerir. Leonel Fernández sin duda está posicionad­o, aun cuando su lugar no esté claro. La manipulaci­ón a favor y en contra impide precisar simpatías, pues en ocasiones crece adentro y en otras afuera. Nada permanente, todo circunstan­cial, y se supone una franja del PLD, todavía no definida, que podría ser decisiva. El papel de presidente Medina sería crucial, de si deja correr a cada cual y ver hasta dónde llega, o interviene desde el principio en versión delfín o tapado. Una situación difícil de determinar con un líder como Medina que controla sus emociones.

ELEMENTOS A DEFINIR.-

Vale preguntar, después que Carlos Amarante puso fecha a su lanzamient­o, y ya se habían adelantado Francisco Domínguez y Reinaldo Pared, cuándo lo hará Francisco Javier o Temístocle­s Montás, si se aceptara que Andrés Navarro y Gonzalo Castillo se quedarán fuera de competenci­a. Un hecho inexplicab­le, pero que podría responder a una estrategia muy personal del presidente Medina. Considerar a ambos funcionari­os como necesarios para el buen desempeño de lo que resta del gobierno, e igual que no puede sacrificar­se la actual gestión a la campaña futura. Sea adentro o sea afuera. Además de que no se sabe cuándo arrancarán. Reinaldo Pared tiene atribucion­es con la Ley de Partidos, sea como presidente del Senado o como secretario general del PLD, y elemental que no podría actuar con éxito en los dos escenarios. Francisco Domínguez tampoco presenta reales credencial­es, y esta semana estuvo cumpliendo con la sociedad civil, de la que se siente parte, al dar cuentas de sus finanzas al cesar como ministro de Medio Ambiente y anteriorme­nte como Procurador General de la República. Examen obligatori­o, impuesto por ley, pero que no aprovecha a los fines de la candidatur­a, mucho más en la actual etapa interna. Créase o no, el desempeño de los aspirantes oficialist­as será un elemento importante en las apropiacio­nes finales.

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FUENTE EXTERNA
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