UNA NOCHE DE MÚSICA PARA
El cantautor colombiano regresó con buen ánimo, con mucho que cantar y con mucho por decir a un público que se rindió a sus composiciones.
Santiago Cruz ha ido cosechando una legión de seguidores que lo adora y que con fidelidad lo acopaña en sus presentaciones locales. Es algo de lo que ha presumido el artista en su concierto “Interplanetario” la noche del pasado sábado.
“Esta es una tierra tremendamente generosa con nosotros. Nos sentimos queridos, respetados, honrados, felices”, comentó antes de cantar “¿Y si te quedas, qué?”.
Es por esto que en esta ocasión el artista nacido en Ibagué, Colombia, hace 42 años, en el salón La Fiesta del hotel Jaragua, se sintió como en casa y aparte de cantar sus esperados temas, bromeó durante todo el show.
Ejemplo de ello es que cuando un grupo de personas llegó ya iniciada la presentación, les hizo una de ellas. “Si acaban de llegar al concierto, ya cantamos `¿Y si te quedas, qué?´. Lo siento, fue la primera canción”, dijo, provocando las risas de todos.
Esto sucedía mientras entonaba temas como “Cuando regreses”, “Al otro lado de la puerta” (para la que pidió a la audiencia que levantara el puño), “Como si nada” o “Baja la guardia”, acompañado de cinco músicos.
Otro detalle gracioso fue cuando al final de “Café con abrazo”, al ritmo del “pari para”, siguió improvisando los nombres de algunos de sus amigos músicos dominicanos como Alex Ferreira, Pavel Núñez, Vicente García, Pamel Mancebo, Juan Luis Guerra y Sergio Vargas, del que recordó que le cocina gallina en Villa Altagracia.
Pero la emotividad del concierto subió al máximo cuando antes de interpretar “Contar hasta 3 (o hasta 10)”, llamó a una señora identificada solo como María, a subir al escenario, ya que este tema la ayudó a enfrentar un cáncer al que superó.
Pantallas gigantes con imágenes de en video acompañaron también el concierto que tuvo un efec- tivo juego de luces que reforzó las letras, melodías y la presencia de Cruz. “Interplanetario” trajo de vuelta a un cantautor que se manejó con respeto en un escenario en el que la audiencia dio calor al artista cantando casi todos los temas.