PERDONA A VERDUGOS LA DEJARON HUÉRFANA

SACAR DE LO MALO

La primera vez que leyó las cartas enviadas por su padre a su madre le dio mucha risa porque son muy románticas por tratarse de una pareja joven. Algunas informaciones incluso están en clave porque están relacionadas con el trabajo político de su progenitor.

En una de sus últimas cartas le expresó: “Mi amor, las primeras son para decirte que estoy bien. Han transcurrido varios días y no te había escrito, esto aunque no es para justificarlo, he estado muy ocupado, aunque siempre en cada momento te he tenido presente. Quiero saber cómo estás, qué te dijo el médico, cómo te sientes. Aquí ya está casi hecho el cuarto donde vamos a vivir, estoy ansioso de estar junto a ti y de que tú vengas, ya que me haces mucha falta en todos los sentidos. Tu amor Luis”.

De Peña Díaz solo conserva las misivas que su padre le escribió a su madre, ya que los militares destruyeron las que su madre le escribió a él después de matarlo. Ella confiesa que no ha tenido el valor de leer todas las cartas porque se entristece. “Leo y me pongo a llorar, entonces las dejo, porque hay que vivir”, añadió.

Él era muy buenmozo, mi pobre papá”, dice al mostrar las fotografías del día de la boda de sus padres y de la luna de miel, incluida la última que se hizo antes de que lo mataran.

Llegó a escuchar cosas terribles, como cuando en la iglesia una señora le dijo que si sus padres no se habían casado, entonces su madre era la concubina de él y ella una bastarda.

Tenía una foto de ambos cuando comenzaron su noviazgo, pero la perdió un día que le robaron su monedero. Conserva un recorte del periódico LISTÍN DIARIO del 9 de mayo de 1967, donde salió la esquela.

“Es increíble que la vida de una persona se pueda juntar en una cajita”, agrega sobre el objeto que usa para atesorar esos recuerdos. El comité central del 14 de Junio había ordenado su retiro de Nagua y la decisión la retuvieron porque se sabía que ya lo habían detectado. “Mi madre era del partido y pidió explicación pero la izquierda nunca se revisó y nunca ha dado explicación de nada, de acciones que tomaron y le costó la vida a mucha gente”. Consideró que la izquierda se manejó de manera imprudente en la mayoría de los casos y por eso masacraron a tantos de sus dirigentes. “Los dirigentes sí, en muchas ocasiones fueron imprudentes y en otras fueron irresponsables”, precisó.

De Peña Díaz dijo que muchos de esos dirigentes de izquierda tenían la firme creencia de que “dulce y decoroso es morir por la patria”. Recordó que una vez le preguntó a Poncio Pou Saleta por qué se asiló y éste le respondió: “Porque hay que estar vivo para resistir, muerto tú no resistes a nadie, muerto no combates nada, muerto se acabó”. Al principio cuando le plantearon la creación del museo no le prestó mucho caso, sin embargo, recuerda que su madre le dijo en una ocasión sobre la responsabilidad de los dominicanos libres con aquellos que dieron sus vidas por ese ideal, incluyendo a su progenitor. Cree que al final lo importante es que de todo lo malo siempre hay algo bueno que sacar y de cualquier dolor una enseñanza positiva. “Depende cómo tú lo asumas, lo puedes convertir en algo que te destruya o en algo positivo para la sociedad”, agregó.