The Economist a riesgo
EL HUESO.- Los precandidatos del PLD y los aspirantes no proclamados de las demás organizaciones políticas, se preguntan qué come la Unidad de Inteligencia de The Economist que adivina. No solo asegura que Leonel Fernández encabezará la boleta del partido oficial, sino que también ganará las elecciones del 2020. Advertir la primera es riesgo, pero pronosticar la segunda, casi delirio. La reacción se explica, pues afecta a todos los sectores políticos, le quita intriga al proceso electoral, pues adelanta un resultado todavía no previsible. Sin embargo, y es lo que importa, la información no pasó desapercibida, y fue tema de un día, y posiblemente de dos. El dominicano que opina se deja provocar fácilmente. La Unidad de Inteligencia no tiene autoridad para construir o imponer una situación a conveniencia, pues cada cual se echa su fama al hombro y no necesariamente puede llegar lejos. Ese reporte leído en otro firmamento sería una estrella de luz, pero en el país no pasará de estrella fugaz, de esas que encantan a los enamorados en noches oscuras. Sirve a los fines de sus clientes y no de los dominicanos que viven la cotidianidad política del país. Podría decirse, y se dijo que “a otro perro con ese hueso”…
SENSACIONALISMO.- La sensación de estos días no debe sorprender, pues igual o parecida a situaciones anteriores. El debate político gusta de esos temas de momento, y con ellos se entretiene, a falta de algo mejor. El informe de la Unidad de Inteligencia se asemeja a una encuesta, y ya se conoce el ánimo del dominicano, sea en relación a las habituales de los medios o las ocasionales de los partidos. Aunque en el caso adolezca de rigor y se le tenga como una fábula mal contada. Leonel Fernández vale una The Economist como París una misa. Incluso no puede perderse de vista un aspecto novedoso e interesante. Esa Unidad de Inteligencia incursionó mucho en el pasado y sus análisis fueron valorados en el campo de la economía. Una especie de Holy Bible. Y quizás haya que acostumbrarse a las separatas políticas de sus informes financieros. Leonel Fernández tiene que haberse dado cuenta de lo obvio. Las encuestas no responden a sus intereses, las mediciones extrañamente favorecen al presidente Danilo Medina, y lo mejor es prepararse desde ahora y afiliarse a una circunstancia más auspiciosa. La que provee The Economist y su sugerente unidad, pues lo de inteligencia se presta a interpretaciones. Puede ser entendimiento, conocimiento, pero igual indagatoria. No puede perderse o descuidarse su procedencia inglesa…
INTELIGENCIA DE MÁS.- No hay dudas de que la Unidad de The Economist tiene Inteligencia, además de oportuna, pues producir ese informe en un momento tan apropiado políticamente para Leonel Fernández, no es algo que pueda pasarse por alto. Desde que afirma que Fernández ganará la nominación y será Presidente de la República, está diciendo a los demás aspirantes que se recojan, que no pierdan su tiempo, que no van para ninguna parte, pues la meta a que aspiran está comprometida, tiene dueño. Recién se lanzó Carlos Amarante Baret y antes Francisco Dominguez Brito y Reinaldo Pared Pérez, y asoma Andrés Navarro, y se supone que con él no se agota la lista. Sería aventurado considerar que hubo “inteligencia” entre la Unidad y Fernández, pero en ocasiones la circunstancia habla por los personajes y crea situaciones. Lo mismo el segundo mensaje de que será de nuevo jefe del Estado a partir de agosto del 2020. Como si fuera hecho a mano, recrea todo el escenario político nacional, pues asume que en el PRM no habrá problema después de la convención y que la consulta queda legitimada por falta de reacción o protesta de los participantes. El oficialismo tiene candidato y la oposición a Moderno para que la represente. Un panorama ideal…
LOS GALLOS.- La Unidad de Inteligencia de The Economist le mata el gallo en la funda al gobierno, que alentaba la posibilidad de que entre sus aspirantes surja uno con fuerza suficiente para dar la batalla interna a Leonel Fernández. Incluso parece que en la última medición uno de ellos despegó, o se despegó de los otros, y podría ser una carta a considerar. Reacción hablada no se conoce de parte del gobierno, y el funcionario que siempre está listo para dar la cara en estos temas, y que además maneja las encuestas oficiales, José Ramón Peralta, todavía no se entera. Aunque hay quienes bajo cuerda intrigan. Dicen que entre The Economist y Leonel Fernández existe una vieja relación, incluso que integrantes de la Unidad habrían participado en actividades de Funglode, y que --en cierto modo– la Fundación es lo mismo que la Unidad: un think thank. Un laboratorio de ideas. Coinciden en propósitos, aunque no necesariamente en causas o en coyunturas. El debut de la Unidad logró su cometido: es un elemento a tener en cuenta, y si como se piensa que las encuestas influyen en el ánimo o en la decisión del electorado, la competencia se enriquece. La Unidad de Inteligencia de The Economist llegó para quedarse, y a partir de ahora será un referente y se tendrá en cuenta su frecuencia. Si se adelanta o se retrasa…