El duro reto de Jean Alain Rodríguez
DLa labor realizada por el Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, durante todo el escándalo de la empresa brasileña Odebrecht, ha encontrado sus defensores y sus críticos.
“Todo funcionario que se compruebe que haya recibido sobornos o algún beneficio directo o indirecto será sometido a la acción de la justicia sin importar de quien se trate ni en qué periodo de gobierno haya trabajado”, dijo Alain Rodríguez, unos cuantos días después de que República Dominicana despertara con la noticia del mayor escándalo de corrupción de la historia, con epicentro en Brasil y ramificaciones en una docena de países, entre ellos la tierra de Duarte.
La empresa Odebrecht admitió haber pagado sobornos a funcionarios y empresarios de la República Dominicana por una cifra que superó los 92 millones de dólares desde el año 2001 y hasta 2014.
El 29 de mayo se presentaron los primeros acusados: Alfredo Pacheco, Ángel Rondón, César Sánchez, Conrado Pittaluga, Juan Roberto Rodríguez Hernández, Temístocles Montás, Julio César Valentín, Máximo De Oleo Ramírez, Andrés Bautista, Radhamés Segura, Tommy Galán Grullón, Víctor Díaz Rúa y Bernardo Antonio Castellanos de Moya y con ellos el destape de la caja de pandoras.
El Procurador General de la República ha repetido en múltiples ocasiones que el Ministerio Público (MP) ha actuado con responsabilidad en el caso de Odebrecht.
La Procuraduría General de la República obtuvo ocho meses para presentar su investigacion al ser declarado como un caso complejo. En febrero del presente año, pidió un plazo adicional de cuatro meses más para presentar expedientes de acusación más sólidos.
“Recomiendo confiar en la justicia, confiar en el trabajo que ha venido haciendo, sobre todo la Procuraduría General de la República, cuyos resultados están ahí”, exclamó Jean Alain en junio de 2017 pasado, tratando de ganar confianza en la ciudadanía.
El procurador general de la República calificó como que la empresa Odebrecht aportara dinero para su campaña en 2012 a través de Joao Santana, como denunciara un ejecutivo de esa constructora brasileña.
Pidió presentar pruebas del supuesto financiamiento, y denunció que hay muchas personas que pretenden “enlodarlo”. trascendental para la lucha contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito, la primera decisión del juez de instrucción especial, Francisco Ortega, con el que se declaró complejo el caso y que dispuso la imposición de medidas de coerción contra 13 imputados que hasta el momento eran acusados por participar supuestamente en los sobornos que la multinacional Odebrecht admitió que pagó en el país para obtener contratos de obras de infraestructura pública.
“Esta sentencia marca el inicio del recorrido hacia lograr el fin de la impunidad en el país”, fue la frase que más destacó mientras se comprometía a seguir trabajando en “cuerpo y alma” con el caso.
Jean Alain Rodríguez dijo que el Ministerio Público se iba a encargar de demostrar los vínculos de los imputados con los delitos de soborno, asociación de malhechores, prevaricación, desfalco, asuntos incompatibles con la calidad de funcionario público, enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Crítica variación de medidas de coerción Aunque anteriormente el Procurador había felicitado las decisiones del juez Francisco Ortega, luego de que decidiera variar las medidas de coerción contra algunos de los involucrados, su parecer cambió. Rodríguez calificó de funesta la decisión que varió la medida de coerción a Víctor Díaz Rúa y Ángel Rondón Rijo, adoptada por Ortega.
El juez Ortega Polanco varió la medida de coerción de un año de prisión preventiva que le había impuesto a Rondón Rijo, en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) de Najayo, en San Cristóbal, por una garantía económica de RD$70 millones, presentación periódica e impedimento de salida del país.
Rodríguez ha transitado estos meses el difícil camino de la lupa pública que le vigila y cuestiona en caso paso. Este, definitivamente, será el caso más importante en su carrera en el Ministerio Público. Y puede que parte de su futuro dependa de los resultados y los niveles de satisfacción que este caso genere en la sociedad.