Contratiempos para un grande
El pasado 1 de junio, los Dodgers de Los Angeles colocaron a su estelar Clayton Kershaw en la lista de lesionados por molestias en la parte baja de la espalda. Es la segunda ocasión en que Kershaw se ve inhabilitado en lo que va de temporada. Ya había estado fuera alrededor de un mes por tendinitis en el bíceps.
Pero la lesión de la espalda es la más preocupante. Por tercera vez en tres años, el lanzador pierde tiempo de juego por el mismo motivo. En 2016, una hernia discal lo obligó a ir a la lista de incapacitados de 60 días. En las dos últimas temporadas el diagnóstico ha sido más benigno pero la persistencia de las molestias sugiere que quizás ya vimos lo mejor en la carrera del futuro inmortal.
Cuando pensamos en una lesión considerable en la espalda y el impacto negativo que puede tener en la carrera de un atleta, el nombre que de inmediato nos viene a la mente es el de Don Mattingly.
El otrora estelar inicialista de los Yankees se lastimó por primera vez en 1987, su cuarta temporada completa en Grandes Ligas. Las molestias en la espalda le persiguieron durante el resto de sus años como jugador activo, entorpeciendo cruelmente lo que debió ser una carrera de Salón de la Fama. Luego de ser considerado el mejor jugador de béisbol a mediados de la década de los 80, Mattingly perdió ese status antes de retirarse a destiempo en 1995 con 34 años de edad.
Así las cosas, Kershaw enfrenta un problema físico que puede ser tremendamente limitante, y que no mejora con el paso de los años. Por el contrario, tiende a empeorar, como ha quedado demostrado con Mattingly y con estelares de otros deportes como Tiger Woods y Tony Romo.
De antemano, la merma en la velocidad de la bola rápida del zurdo mueve a preocupación. En 2015, exhibió una velocidad promedio de 93.6 mph, decayendo a 92.7 el año pasado y 90.9 en 2018. En la salida que precipitó su regreso a la lista de lesionados, sus últimos lanzamientos rápidos rondaron las 86 millas.
Da la impresión que el público tendrá que acostumbrarse a una nueva realidad cuando Kershaw cuenta apenas 30 años de edad. Comenzamos a llegar a esa conclusión en Octubre del año pasado, cuando el zurdo permitió ocho cuadrangulares en 33 entradas lanzadas durante los playoffs, incluyendo cuatro en un mismo partido contra los Diamondbacks de Arizona. Es una pena porque con este zurdo nativo de Texas hemos sido testigos de un pico de carrera que compite con los de grandes como Sandy Koufax y nuestro Pedro Martínez, ambos miembros del Salón de la Fama.
Entre 2011 y 2017, Kershaw acumuló marca de 118-41 con efectividad de 2.10, 1,623 ponches en 1,452 entradas y una proporción de menos de dos bases por bolas por cada nueve entradas. A pesar de perder unas 18 aperturas entre 2016 y 2017, promedió en ese lapso más de 200 episodios lanzados por temporada. Obtuvo tres premios Cy Young, terminando entre los primeros cinco en las votaciones en siete estaciones sucesivas.
Considerando las diferencias entre épocas, su dominio es comparable con lo que vimos de Koufax entre 1961 y 1966 y lo que logró Pedro en el período comprendido entre 1997 y 2003.
Regresando al presente, Kershaw deberá regresar a la acción a más tardar después del Juego de Estrellas, y esperamos que pueda mantenerse saludable el resto del trayecto y en los próximos años.
Antes de todos los inconvenientes que ha enfrentado en el pasado reciente, parecía un hecho que Kershaw iba a utilizar una cláusula de salida en su contrato para declararse agente libre luego de la conclusión de la actual temporada. Era una oportunidad de ir al mercado abierto en busca de otro contrato de largo término que le pagara unos US$35 Millones por temporada, con el atractivo adicional de escoger donde quería lanzar.
En vista de los acontecimientos de los últimos dos años, es probable que Kershaw decida permanecer en Los Angeles, asegurando más de US$70 Millones en salario entre 2019 y 2020.
Además de los problemas en la espalda, la lesión del bíceps podría ser detonante de complicaciones más significativas en su brazo en el futuro. Son señales de alarma que lo acompañarían como agente libre, y que de seguro pondrían a pensar a cualquier equipo.
Pensando en función de 2018, los Dodgers han logrado mantenerse en competencia a pesar de un pobre inicio provocado en gran medida por un cúmulo de lesiones a jugadores claves. Con 15 victorias en sus últimos 20 partidos, se están dando la oportunidad de ganar su división por sexta temporada consecutiva.
Si pueden contar con su estelar zurdo a plena capacidad en la segunda parte de la temporada, el camino a los playoffs se haría más expedito.
En el aspecto individual, esperamos que Clayton Kershaw pueda mantenerse activo por un largo tiempo, sumando logros a una carrera de inmortal. Su cuerpo tendrá la última palabra.