Listin Diario

El necio y el dedo

- Pablo McKinney PUBLICA LOS MARTES Y VIERNES Para comunicars­e con el autor pablomckin­ney@gmail.com

“Cuando el sabio señala la luna, el necio mira al dedo”. Confucio.

HAMBRE Y GANAS DE COMER.- Uno lo supo de muy joven, gracias al refranero popular nicaragüen­se, pero con los años lo encontró en Confucio que, como los griegos, lo dijo todo, diez siglos antes que todo el mundo: “Cuando el sabio señala la luna, el necio mira al dedo”. En eso de “mirar el dedo” anda la partidocra­cia dominicana, incapaz de mirarse en los espejos de América Latina y España, donde lo que no pudieron los votos lo ha podido el caso Gürtell, que es una especie de caso Odebrecht, pero sin brasileñas, ay. Claro, el caso Gürtell, mas una crisis económica que en su peor momento lanzó al desempleo a uno de cada cuatro españoles. El asunto es sencillo, cuando se reúnen “el hambre con las ganas de comer” (crisis económica + crisis política), cualquier cosa puede pasar, y mucho más puede ocurrir cuando la crisis político institucio­nal llega hasta la crisis de legitimida­d que, brillantem­ente explicó el joven politólogo Ricardo Pérez Fernández, en su columna en este diario, el pasado sábado, y que yo resumiría en esta frase: “Te voto, pero no creo en ti”, ni en ti ni en tu sistema, que es justo y lo que de a poco ha venido ocurriendo aquí.

SAN MARTÍN DE PORRES CON PLATA.- Previendo estos lodos ibéricos (crisis de legitimida­d cambia gobiernos), fue que uno resaltó de la Gallup y otras encuestas estos datos: el partido político preferido en las encuestas no es ya el PLD sino el Partido De Ninguno. Además, con la excepción de Alianza País, a lo interno de nuestras organizaci­ones el voto de los que no tienen candidato es mayor al del candidato más votado. El “liderazgo” de Ninguno, tiene que ver con esa crisis de legitimida­d a la que se refiere Pérez Fernández; hablo de ese ciudadano que vota a los bloques de la partidocra­cia, pero cada vez desconfía más de ella. Ese ciudadano que, en su orfandad, ve en el “tíguere” político del barrio su tabla de salvación, su “Padrino” (nunca mejor utilizado el término), ante cualquier problema que pueda tener él o su familia y que las autoridade­s no son capaces de resolverle como tales. En esto casos, el ciudadano, en su desamparo, agradece el favor a su “padrino”, pero ya no confiará en un sistema político/institucio­nal incapaz de protegerlo.

LA POSIBILIDA­D DE UN 15 M.- Poco a poco, en nuestro país se van reuniendo factores para una gran crisis. Ya tenemos síntomas de una crisis de legitimida­d (te voto, pero no te creo), crisis en los partidos (los graves problemas del PLD aumentan con los días y las encuestas); o sea, que sólo nos falta un mal tiempo económico, que podría llegar en cualquier momento o nunca, porque nuestra economía es más vulnerable ante factores externos, que un cura bueno en un burdel. Así, bastaría una crisis del petróleo (Irán, Siria), que vuelva el terror del Estado Islámico a Europa, o que Trump haga una de las suyas (como la reciente con los G-7), para que el precio del petróleo se dispare, disminuya la llegada de turistas al país, se debilite el peso dominicano, o se llegue al tope de un endeudamie­nto público que ya está tocando fondo. Cualquiera de esos factores podría generar una crisis de todo el sistema político, que encendería la mecha de algo peor al 15M español.

MIRAR EL DEDO.- En España, la crisis de legitimida­d se ha llevado de paso a Mariano Rajoy y ha hecho Presidente (legalmente) a un Pedro Sánchez que, por lo menos es del PSOE, y que en las próximas elecciones enfrentará al PP, a Ciudadanos y a Unidos Podemos, lo que aleja la posibilida­d de que surja un outsider populista, de esos que dicen lo que en un momento de crisis las masas quieren oír, se presentan como “salvadores”, y lo demás lo hacen las fake news y los misiles de la posverdad. A nuestra partidocra­cia, España le está señalando la luna... no sean necios honorables, no sean necios, déjenme mirar el dedo.

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