Listin Diario

ESCAPE DEL MALTRATO

MENOR DE 13 AÑOS ABANDONA SU CASA POR VIOLENCIA.

- Martina Espinal Especial para LD Santo Domingo

Jesús tiene 13 años, llegó a la Capital desde el barrio Cien Fuegos, de Santiago. Allí vivía junto a su madre, padrastro y cinco hermanos. Explica que decidió huir a Santo Domingo cansado de trabajar limpiando zapatos para mantener a toda su familia, y en cambio solo recibía maltratos física y verbalment­e.

Narra que un día, él y otro menor, quien le contó que la familia que lo recogió de las calles lo obligaba a vender estupefaci­entes en los barrios de Santiago, decidieron abordar un autobús que salió para Santo Domingo. Este los dejó en el Malecón, frente a la Plaza Juan Barón, ahí comenzó a sufrir las consecuenc­ias de vivir en las calles. Cruzando la avenida George Washington los detuvieron los agentes de la Policia Turística, siendo trasladado­s a una casa de acogida en La Romana.

Cuenta que de allí, también debió escapar, junto a otros cuatro menores, porque supuestame­nte no los trataban bien y los castigaban. Tras varios días regresó a Santo Domingo, especifica­mente a la Zona Colonial, en cuyas calles pasa sus días con limpiabota­s en manos, oficio que le proporcion­a los recursos para alimentars­e, pero cuando no tiene, los agentes de la Policía Municipal le dan de comer.

Vestido con un pantalón a la rodilla, sandalias casi rotas y un suéter desteñido, Jesús cambia de semblante cuando se le cuestiona sobre el porqué realmente huyó de su casa y escogió vivir en las calles de la Capital. Esta es su respuesta. “Es una familia de miserables, se iban y nos dejaban solos a nosotros toditos, mi padrastro llegaba borracho y comenzaba a discutir con mi mamá, nos mandaban para donde una tía mía y mi tía no paraba ahí”.

Con señales evidentes de maltrato físico, en casi todo su cuerpo y sus piernas, Jesús nos narra con una voz que denota su paso de niñez a adolescent­e que, la maldad de su padrastro es tal que, un día, drogado intentó matar a su abuela, quien reside en Jarabacoa y que fue a Santiago donde su hija, la madre de Jesús, porque estaba enferma.

El adolescent­e se define como un niño triste, porque quisiera vivir en Jarabacoa con su abuela, pero no sabe cómo llegar allá, ni tiene los recursos para viajar. Dice que no le gusta la calle, debido a los riesgos que tiene que enfrentar cada día. De inmediato explica su más reciente experienci­a: “Una noche un parqueador, allá en el Parque Duarte, salta y me dice: ‘Menor, tú sabes dónde hay un punto’, y yo le dije que yo no sé de eso, y entonces me dice dique: ‘Yo tengo un chin aquí vamos a fumárnosla entre los dos, búscate una caja de fósforo’, y yo le dije que no”. Al tiempo de asegurar que ni consume drogas ni se vende a homosexual­es, como se sostienen muchos de los menores que viven en las calles.

Jesús, quien no sabe nada sobre su padre biológico, al igual que varios menores que viven en las calles de Santo Domingo, duerme en la Plaza Juan Barón, pero su sueño es retornar al seno de un hogar donde lo traten como un niño, poder estudiar y convertirs­e en ingeniero. Un sueño que alguien pudiese hacerlo realidad en este Día Internacio­nal Contra la Violenvia y el Maltrato Infantil.

 ??  ??
 ?? CORTESÍA DE MARTINA ESPINAL ?? Realidad. Este menor duerme en la Plaza Juan Barón, y a veces no tiene ni qué comer. Quiere llegar a Jarabacoa, a casa de la abuela.
CORTESÍA DE MARTINA ESPINAL Realidad. Este menor duerme en la Plaza Juan Barón, y a veces no tiene ni qué comer. Quiere llegar a Jarabacoa, a casa de la abuela.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic