BÉISBOL DE AYER Gilberto Reyes
De las GL a la cárcel. Lo atraparon con 420 libras de marihuana, cuando se volcó el camión que estaba conduciendo. Tras 16 meses en prisión, salió en libertad y sin cargos.
Copiamos un cable de Las Vegas, Estados Unidos, de fecha 12-04-2009, el cual señala que Gilberto Reyes era un catcher dominicano de Grandes Ligas, que trabajaba con Orel Hershiser, Dennis Martínez y Randy Johnson, y lo habían hecho preso, enfrentando un futuro incierto. Cuatro días antes de la Navidad del 2007, Reyes manejaba un camión que se salió de la carretera al patinar en el pavimento helado en el noreste de Nuevo México. El vehículo se volcó y desparramó una cantidad de muebles y una carga oculta: 190 kilos (420 libras) de marihuana escondida en 42 paquetes envueltos en celofán. La droga se esparció por el terreno nevado.
Las autoridades calcularon que se hubiera vendido por US$250,000 en la calle. El dominicano Reyes, quien jugara en las Mayores, con los Dodgers y los Expos, estuvo preso, pero insistió en que era inocente.
“Nunca había estado detenido. Jamás tuve problemas con la policía”, afirmó en una entrevista de una hora con la AP en el Centro de Detención del condado de San Miguel.
En una crónica posterior del 2009, se lee lo siguiente: Tras 16 meses en prisión en Nuevo México, Estados Unidos, el ex receptor dominicano de Grandes Ligas, Gilberto Reyes, obtuvo su libertad sin que se le formulara ningún tipo de cargo y reveló que acababa de iniciar un proceso de demanda a la ciudad por tres millones de dólares.
“Tienen que limpiar mi nombre y dar a conocer al mundo que nunca me acusaron de nada y tras un año y cuatro meses me dejaron libre sin cargo”, añadió Reyes en un comunicado de prensa que envió a la prensa de República Dominicana. Expresó que su familia sufrió mucho por este caso, sin embargo, la fe en Dios y las oraciones fueron más fuertes que las supuestas acusaciones que le hicieron y que nunca pudieron probar.
Dos cosas tuvo que pasar Gilberto: su pobre bateo en el béisbol y la mala suerte por la que pasó con el enredo de la marihuana, por estar creyendo en un amigo que no conocía muy bien. Reyes dice que todo esto ha sido “una pesadilla”, que jamás imaginó podría sucederle cuando aceptó los US$1,000 que le ofreció un individuo que se identificó como “García” por llevar los muebles desde la frontera con México hasta Denver.
Afirma que conoció a García jugando al billar en Douglas, Arizona. Salieron juntos a beber cerveza durante cinco meses y se hicieron amigos. El ofrecimiento que le hizo García parecía un trabajo fácil, que le daría dinero suficiente para volver con su familia. “Mi único error fue confiar en ese tipo, lo conocía desde hacía varios meses y jamás había visto a un traficante y nunca pensé que él fuese uno”. Hoy terminamos con la historia de la vida deportiva de un beisbolista que llenó su cometido como catcher, por cuya defensa llegó a las Grandes Ligas en una época difícil, en la cual tuvo contratiempo en el manejo de la ofensiva.