SEÑALES QUE AYUDAN A PREVENIR DAÑOS MAYORES
Según Yndrid Franco, psicóloga clínica y terapeuta familiar, darse cuenta de que su hijo está atravesando por un episodio depresivo no es tan difícil si se le presta la debida atención a sus cambios de ánimo y comportamiento.
Con frecuencia, este padecimiento se expresa con conductas muy extremistas, como falta casi total del apetito o en efecto, ansiedad por la comida, lo que provoque que ingiera más de lo necesario. sin descartar síntomas como descuido personal, aislamiento de la familia y los amigos, bajo rendimiento académico y tendencia a la agresividad, tanto en el entorno escolar como familiar, síntomas que forman parte de la mayoría de los diagnósticos.
Para evitar la depresión, y en consecuencia las autolesiones, la psicóloga recomienda dedicarle a su hijo un mínimo de 15 minutos al día para estimular la comunicación, y dentro de cada conversación siempre mostrar interés y respeto ante sus sentimientos.
Otro punto importante es no criticar innecesariamente usando descalificativos que puedan herirlo, puesto que “siempre hay una buena manera de decir las cosas sin necesidad de recurrir a los insultos”. Por otra parte, celebrar las conductas positivas al igual que estar atento a sus logros, por pequeños que parezcan, puede ayudar a reforzar su autoestima, dando como resultado un niño consciente de sus capacidades y habilidades.
En el caso de que los padres noten que sus hijos se autolesionan, lo más viable es buscar ayuda inmediata de un profesional de la conducta calificado en esos temas. Este intervendrá el sistema familiar del joven afectado basándose básicamente en tres temas fundamentales: culpa, vergüenza y dolor.