LA PRIMERA RECTORA DE LA UASD
Por primera vez en sus casi 500 años de historia, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tendrá de rectora a una mujer. El triunfo de Emma Polanco en las votaciones celebradas ayer en esa academia es un reconocimiento a sus calidades magisteriales, forjadas a través de un ejercicio de varias décadas en la facultad de Ciencias Económicas y Sociales, de la cual fue su decana en dos ocasiones. Tras haber aspirado a la rectoría en las anteriores elecciones, la doctora Polanco se había mantenido como una figura de reserva entre aquellos que aspiran a una renovación profunda de esa academia, atascada en sus viejos lastres y en gran medida limitada para responder a las exigencias de la modernidad.
La universidad de hoy, la que habrá de conducir en lo adelante la doctora Polanco, debe transformar su oferta curricular para promover la formación de los profesionales competentes en nuevas carreras, fortalecer los programas de investigación y organizar un sistema que permita el manejo racional y eficiente de sus recursos financieros.
El ascenso de una mujer a la máxima dirección de la cuatricentenaria universidad es un hito pero a la vez un reconocimiento al valor y la capacidad de las féminas dominicanas, muchas de las cuales figuran hoy encumbradas en posiciones de mando asumiendo la conducción de esta sociedad, necesitada de personas preparadas, honestas, sensibles y responsables.
Su gran reto es transformar a la UASD para que pueda cumplir con la misión de forjar nuevas generaciones de profesionales, que aporten al desarrollo del país y el avance de las ciencias. De hecho, sus propuestas para alcanzar la rectoría ponían énfasis en estas palancas de cambio, lo que indica que despertaron apoyo y simpatía.
La prueba de esto ha sido su elección. La familia universitaria le acaba de ofrecer un respaldo incuestionable para que impulse el cambio y trate de rescatar la autoridad, la integridad y la excelencia que debe exhibir, como lo hizo, muchas décadas atrás, para proyectarse como una prestigiosa casa de altos estudios de nuestro continente.