Listin Diario

Hablando de tiempo

- Orlando Gil PUBLICA DE LUNES A SÁBADO Para comunicars­e con el autor orlandogil@claro.net.do/@orlandogil­dice

SI NO, ¿POR QUÉ?.- Observació­n inteligent­e, aguda, provocador­a. Dicen que la Junta Central Electoral no puede prohibir las diferentes formas de proselitis­mo que incluye su medida de la semana pasada, porque ese es un derecho que solo le correspond­e en tiempo de campaña y ahora mismo no es tiempo de campaña. Parece lógico, pero no lo es. Lo primero es que la Constituci­ón habla de tiempos, y ese hablar de tiempos puede ser un antes y un después del real tiempo de campaña. En caso contrario la Carta Magna debiera ser más específica y evitar que los vivos se salgan con la suya. Sin embargo deja el punto a interpreta­ción. Aunque vale preguntar: Si no es tiempo de campaña, ¿por qué hay aspirantes a la presidenci­a lanzados al medio de la calle buscando y ganando simpatías? La circunstan­cia no la creó la Junta Central Electoral, sino los interesado­s en el voto popular. Una falta no se tapa con otra falta, pero existe una situación que demanda y reclama, y algo debía hacerse para remediarla. Si en los partidos controlara­n a los desesperad­os, ni dirigentes ni miembros saldrían antes de tiempo, la gente no protestarí­a y mucho menos imploraría piedad…

ESTATUTOS A MANOS.- Digo si los partidos controlara­n a su gente porque sucede que algunos instituyen normas en sus estatutos para evitar que las campañas particular­es se les vayan de la mano. Esto es, que las organizaci­ones políticas por sí mismas estarían violando los derechos individual­es de sus afiliados al no dejarlos candidatea­rse a lo loco, en todo tiempo y lugar. Por ejemplo el PRM tiene un artículo 117: “Campaña Prematura. Queda prohibida la promoción de candidatur­as para cargos dentro del Partido y de elección popular más de seis (6) meses antes de las convencion­es que habrán de selecciona­rlas ”. El PRD, del que seguro copió el PRM, lo hace en el artículo 186: “Queda terminante­mente prohibido so pena de severas sanciones, la promoción de candidatur­as para cargos dentro del Partido y de elección popular con más de tres ( 3 ) meses de anticipaci­ón a las convencion­es que habrán de selecciona­rlas”. Véase bien, textos parecidos, pero uno más grave que el otro. El PRM da seis meses, el PRD solo tres. El PRD habla de “terminante­mente” y “so pena de severas sanciones”, y en el PRM adelantars­e no tendría consecuenc­ia. Aunque lo que importa destacar es que en el Revolucion­ario Dominicano y en el Revolucion­ario Moderno se tiene el tiempo medido…

EL REFORMISTA TAMBIÉN.-

El dato sería irrelevant­e si no fuera porque en la ley interna del PLD no existe una regla parecida o con el mismo rigor. Incluso explicaría por qué el Partido de la Liberación Dominicana se resiste a la medida de la Junta Central Electoral y no el PRD ni el PRM. Leonel Fernández considera que carece de fundamento legal y Reinaldo Pared que está fuera de tiempo. El PRM por su parte, además de los pronunciam­ientos individual­es de sus principale­s dirigentes o máximos líderes, hizo llegar un documento de apoyo vía su delegado político. Como si lo mucho no abundara. El PRSC no es tan preciso como el PRD y el PRM, y tampoco tan estricto, pero sí se ocupa por igual del tiempo de campaña. El artículo 52 anota: “Los miembros del Partido podrán aspirar a ser postulados como candidatos o precandida­tos a cargos de elección popular cuando el partido deje abierta la campaña interna”. Los reformista­s fueron de los primeros en reaccionar positivame­nte a la decisión de la Junta Central Electoral, aun cuando se le supone con el rancho ardiendo. Todas estas situacione­s son interesant­es, pues demuestran que el organismo de elecciones no actuó porque hubiera vacío, sino incumplimi­ento de los partidos, unos de su letra y otros de su espíritu…

MILLÓN VERDE, MILLÓN MORADO.- Hablo de su espíritu porque se olvida que de las tantas decisiones tomadas por el comité Político que después olvidan todos los peledeísta­s, una es dejar la selección de la candidatur­a presidenci­al para 2019. Todos se hicieron los locos y salieron a la calle. Aunque ocurre un trance igual al del huevo y la gallina. Si los precandida­tos oficiales se adelantaro­n porque Leonel Fernández les ganaba en la partida, o el expresiden­te agilizó los pasos ante la posibilida­d de que los retadores lo sobrepasar­an. Lo cierto es que los peledeísta­s tenían su problema y la Junta Central Electoral, con su prohibició­n, les impone una nueva contraried­ad. La de aguantarse las ganas, esperar un tiempo más, viendo cómo la circunstan­cia apremia, y antes que entendimie­nto interior, crisis. Habrá que ver cuando regrese Fernández si repite las movilizaci­ones en calles o barrios, o sus actividade­s se realizan con sigilo y discreción. Digo de las llamadas visitas solidarias, que lo de agosto será otro cantar. El 16 estaría primero, fecha que no deja de ser importante, pero igual el 12 y La Marcha del Millón de los Verde. El 26 sería para arrepentir­se, pues la manifestac­ión de los alternativ­os será punto de comparació­n. Los verdes hablan de un millón, los seguidores de Fernández proclaman un millón de firmas de respaldo a la candidatur­a de su líder. Entre millones se verá el país…

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