Se venden guantes blancos para abortos
Caramba! A nadie se le había ocurrido. Unos guantes blancos para abortos. Es un negociazo redondo, con o sin despenalización. A ver, a ver, ¿de qué se trata?
Se trata de la instalación de una fábrica de guantes blancos, especializados para esos fines. Naturalmente, estarán esterilizados, para evitar que las manos, siempre cuidadas en salones de manicura, se vean manchadas por sustancias dañinas al manipular esos “productos” desechables, que ciertamente no tienen “ánimas racionales” y que de ninguna manera gozan de derecho. Sólo la mujer, madre, tiene derecho y es dueña de su cuerpo.
Esos guantes serán de latex empolvado, o de nitrilo o vinilo, para evitar la contaminación del médico con la sangre o fluido del “producto” (otra vez esta palabra, pues no es persona, es sólo un “producto”, a pesar de lo del genoma humano y tantas pamplinas paracientíficas que han inventado, entorpeciendo la industria del aborto “seguro”).
La gran novedad de estos guantes es que traen integrados aromas estupefacientes que aduermen conciencias, permitiendo accionar al margen de tantas estupideces morales creadas por quienes se oponen a la “interrupción del embarazo”, especialmente los conservadores y retrógrados religiosos.
Es tan penetrante el aroma de los guantes que permite borrar en el acto cualquier remordimiento de conciencia y darle una patada al ya obsoleto juramento hipocrático. Una pregunta frecuente es si esos guantes pueden usarse en casos como el aborto (mal llamado) terapéutico. Positivo, no hay problema, siempre guardando la debida atención para que, al succionar, inyectar solución salina, o triturar el “producto”, en nada se afecte la seguridad de la mujer madre.
La misma respuesta vale para el aborto por violación, incesto o deformación. En verdad, no se sabe por qué preguntan, pues en esas tres causales que “justifican” el aborto se usa el mismo procedimiento, a menos que se recurra a métodos del pasado como brebajes o intervenciones caseras clandestinas, lo que está terminantemente rechazado por la “ética” profesional y por los organismos de salud.
La fábrica de guantes blancos para abortos parece que va creciendo, sobre todo porque cuenta con una publicidad, de “cuello blanco”, auspiciada por organismos internacionales, ONGs y por políticos de primer orden que apuestan, contra viento y marea, al éxito de esta empresa del desecho.
Ah, en esta acción publicitaria, a favor de la fábrica de guantes blancos, juegan un papel importantísimo los medios de comunicación social, “motivados” por los recursos que les genera la empresa, o en forma voluntaria para evitar el calificativo de atrasados o conservadores.
“El siglo pasado todo el mundo estaba escandalizado por lo que hacían los nazis para cuidar la pureza de la raza, sin embargo, hoy hacemos lo mismo, pero con guantes blancos”. (Francisco)