Eso que le hace falta al teatro dominicano
(+) Se cita una ley que incentive y respalde las producciones teatrales, fortalecer la crítica especializada y crear más y mejores espacios de difusión.
Estas breves entrevistas a algunos de los creadores escénicos trata de fortalecer la autogestión de un sector incómodo siempre para los gobiernos, pero con una larga práctica de unificar para el bien social. Sirvan estas opiniones como bienvenida al esfuerzo colectivo que significa el hacer teatro en República Dominicana.
Radhámes Polanco (Dirección Nacional de Drama): Que haya teatristas con juicio, humildad, con capacidad de trabajo muy generosa, gente reflectiva, crítica y autocrítica, cuyo universo más próximo sea la identidad y la cultura dominicana. Gente conocedora de nuestra historia, de nuestra sociología, de nuestra idiosincrasia; en fin, gente sana y abierta a la diversidad.
El teatro entre los dominicanos avanza poco a poco, nuestro intelectual es un sujeto muy conservador aun, muy aburguesado, pero nosotros, ya desde la Dirección Nacional de Drama del Ministerio de Cultura estamos haciendo bien los deberes para que nuestro arte teatral pegue el salto dialéctico que le corresponde en estos tiempos. Ya empiezan a verse los resultados de estos esfuerzos y claridades. Nosotros sabemos lo que debe hacerse en el teatro dominicano, cómo hacerlo, para quiénes y con quiénes debe hacerse.
Freddy Ginebra (Casa de Teatro): Salas de teatro y profesores exigentes y por supuesto, que las empresas privadas y públicas apoyen con dinero. También necesitamos una ley que lo proteja.
Miguel A. Landes (Utopía Teatro): Existen tres razones: lo primero es no buscar obras de otros países sobre todo europeas; debemos buscar obras en el teatro latinoamericano, aunque eso implique alejar a la élite, pero acerca al público medio. Debemos mirar hacia adentro y no mirar tanto hacia afuera. Dos, no hacer sólo tres funciones de una obra, los actores solo piensan en lo económico y no en la temporada. Tres, el amiguismo en los cargos artísticos, es otro mal; pero volviendo a lo que le hace falta al teatro dominicano: es una dramaturgia local de calidad.
Ramón A. Santana (Creador/ Docente): Mucha promoción. Principalmente apoyo y difusión. El teatro debe llegar a todo el mundo y no solo a una élite. Creo que vamos por buen camino. Poco a poco se ha ido generando una corriente interesante en el teatro dominicano. La gente está curiosa y quiere ver otras propuestas escénicas. Hay que seguir alimentado esa fibra.
Patricio León (Actor/Productor): Una ley que incentive y res- palde las producciones teatrales, fortalecer la crítica especializada, crear más y mejores espacios de difusión y organizar estrategias para que los espectáculos tengan más permanencia en escena.
En fin, hay mucho por lograr, y creo que a través de políticas públicas y con una ley de teatro se puede lograr un gran trabajo. Además, debemos incrementar en números a aquellas personas asiduas al teatro, que lo consume y lo disfruta. Es decir, debemos acercarlos cada día más al teatro dominicano.