En la diana
Primer Tiro
La subasta de títulos a cinco años del Banco Central celebrada antes de ayer cortó en la tasa de rendimiento de 9.35%, 35 puntos básicos por encima de la subasta anterior de estos mismos títulos, y muy por debajo del 10.37%, que fue el rendimiento promedio equivalente (después del efecto impositivo) del título de Hacienda del mismo plazo, calculado para el período comprendido entre el 13 y el 26 de junio. Aunque con una inflación actual anualizada del 4.5%, y una devaluación (también actualizada y anualizada) del 4% (exactamente igual que la presupuestada), la rentabilidad real en moneda nacional del cualquier inversionista o fondo de inversión que tenga estos títulos en su portafolio estaría por encima de sus pares de todos los mercados emergentes, hay que suponer que ellos saben que el análisis de los fundamentos del balance de riesgos del panorama macroeconómico muestra un sesgo hacia un incremento de las tasas de interés, empezando por supuesto por la Tasa de Política Monetaria (TPM) del Banco Central. Lo que no pueden conocer ellos es la magnitud del incremento requerido en dicha variable.
Segundo Tiro
La magnitud del ajuste requerido y el “des alineamiento” de las expectativas ha sido el tema recurrente durante las últimas cuatro entregas de esta columna. El incremento en los precios del petróleo, la apreciación de dólar y el aumento esperado en las tasas de interés en Estados Unidos, el crecimiento del ritmo de actividad económica que ha colocado la inflación en el centro del rango de la meta del Programa Monetario para dicha variable, y el alto crecimiento del crédito al sector privado en moneda nacional, siguen siendo fundamentos para esperar un cambio hacia una posición monetaria restrictiva. Las tasas de interés están subiendo y seguirán subiendo, incluso en Europa, cuyo Banco Central ya anunció el inicio del desmonte de su programa de flexibilización cuantitativa. Como consecuencia de mayores tasas de interés en Estados Unidos, el dólar americano sigue apreciándose en todos los mercados internacionales. Los mercados internos también tienen que ajustarse, pero el asunto esencial ahora es la determinación del incremento en la tasa de interés que requiere el equilibrio de fuerzas del panorama macroeconómico versus la que esperan los inversionistas.
Tercer Tiro
Pero el fuerte “des alineamiento” de las expectativas cambiarias y el proceso de corrección observado en las últimas semanas ha sido tratado con más énfasis en las citadas entregas. Aunque el “comportamiento de la moneda estadounidense, conjuntamente con presiones al alza en el precio del petróleo, podría provocar un cambio en la postura de política monetaria en algunas economías emergentes a través de incrementos en sus tasas de interés de política monetaria”, en el caso domestico ese cambio de postura necesariamente tomaría en cuenta que en el pasado mes de mayo las expectativas de devaluación de la moneda nacional que tienen los mercados internacionales bajó de manera significativa con respecto al mes anterior. Según las estadísticas de precios y rendimientos reportadas por Bloomberg, la devaluación esperada promedio de los mercados internacionales fue de 2.69%, mientras que en abril era de 3.22%. Aunque la devaluación esperada por el mercado interno de valores también bajó hasta 4.8%, la misma era 1.8 veces mayor que la del mercado internacional.