UN MOMENTO Producir dinero para obras (4)
cárcel. Los maltratan y vituperan.
Los lambiscones se alejan, y quienes antes votaron por él escupen en su retrato que rueda arrastrado por las brisas callejeras rumbo al estercolero. Buenas intenciones y hasta excelentes obras de gobierno son olvidadas por la morbosa hambre de escarnio que circula por los intestinos populares cuando se está en entredicho.
Para los que están en la parte inferior de la escalera social no hay nada más placentero que ver un poderoso humillado. Por eso el deseo de retaliación debe ceder paso a la lógica gobernabilidad. La ley del talión que le da origen se abate ante la realidad, así como cede el bambú ante las fuertes brisas. La venganza es un expediente que deja tras de sí una estela de amarguras. Hay que poner al mando la lógica de las conveniencias. Danilo Medina está empeñado en su repostulacion. Sus dotes de ventrílocuo han sido diestramente usadas, pero no bastan. Quizá el poder
Es mi pequeña cuarta entrega sobre este tema. Estoy precisamente pensando hoy en un empresario de Orlando, al que nosotros invitamos en una fundación de la que yo hago parte -que tiene su sede en Miami- a que colaborara; es una fundación que se ocupa de la formación integral de jóvenes.
Cuando nos acercamos a él, dijo: “Yo no sé producir cursos ni talleres, pero yo sé producir dinero. Yo voy a producir dinero para ayudarlos a ustedes”. Y cubrió con su empresa, con lo que ganó en su empresa, el Primer Encuentro Internacional para Jóvenes, y él quería hacerlo así: debía producir dinero para hacer obras en ese sentido; él murió y esa escuela lleva hoy el nombre de él, porque él no daba clases, no sabía hacerlo, pero tiene el nombre de él, porque él produjo los medios necesarios; el dinero es un medio, no un fin. Dinero para empaña sus miras o la ambición hace crecer la miopía. La resistencia a lo objetivo es tozudez que raya en inmadurez, y él no es tal. No se trata del escozor por abandono del poder ni urticaria temperamental. Lo que barrunta el tiempo político es un futuro inmediato que como criatura en el vientre patalea y con dolores tendrá su aparición.
El actual gobierno ha desbordado los límites. Los muñecos del poder han traspasado lo sano para embarcarse en desagradables actos de soborno. Quieren hacer cómplices de sus fechorías a los jugadores contrarios para colar su gol reeleccionista. Les ha sido difícil, pero insisten. No cejan. Han ido elevando el precio de compra sin resultados. Los diputados, sobre todo los del PRM que están más expuestos, han mantenido su moral en alto. Mucha ha sido la sed, pero han dejado circular el agua envenenada. El presidente Medina debe volver a sus orígenes. Tiene que poner límites al poder. qué fin. Este empresario de Orlando lo hizo así. Su memoria permanece en medio de nosotros, nos anima a seguir dando cursos y a seguir proclamando: ¡Produzcan, produzcan bienes! Si no sabes dar clases, por lo menos produce bienes para apoyar las obras de aquellos que generosamente entregan su tiempo y sus cualidades a la formación.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.