Una derrota de los republicanos
Ayer, los republicanos en la Cámara de Representantes estadounidense no lograron aprobar una enmienda sobre la ley migratoria tras una votación de 121 votos a favor frente a 301 en contra. La enmienda, que consideraba darles la ciudadanía a 1.8 millones de inmigrantes que fueron llevados cuando eran niños al Norte, pero que hoy son adultos, los llamados “dreamers”, no pasó, a pesar de que los congresistas republicanos son una mayoría. Otros dos aspectos de la misma enmienda incluian un recorte en la inmigración ilegal, así como el financiamiento del famoso muro en la frontera con México.
Los demócratas han mantenido un bajo perfil frente a las propuestas republicanas sobre los inmigrantes, en parte porque saben que una gran mayoría de éstos favorecen al Partido Demócrata en períodos electorales. Apenas faltan cinco meses para los comicios congresionales.
A pesar de que los republicanos controlan tanto el Senado (51 frente a 47 más dos independientes que usualmente apoyan a los demócratas) como la Cámara Baja (241 versus 194), cuando se necesitan votos para una mayoría, dependiendo de la ley, se necesita negociar con los demócratas.
Es sabido que los demócratas, durante períodos en que estaban en el gobierno, trataron de lanzar una ley para resolver el problema de las migraciones, que más que disminuir cada día aumenta más, y los republicanos en su conjunto lo impidieron.
En este caso, también ha ocurrido lo mismo, pero en dirección contraria. Aunque los demócratas están a favor de una ley que favorezca a los “dreamers” y resolver legalmente el problema de los indocumentados, están totalmente opuestos al levantamiento del muro fronterizo con México.
Además, los republicanos de ala moderada, que no están a favor de la política de “tolerancia cero” del mandatario Donald Trump, que al fin y al cabo ha venido a afectar más la imagen del partido y de los candidatos nuevos o de los congresistas que pretenden reelegirse, perciben que sus puestos están en peligro para los próximos comicios congresionales. Donald Trump está seguro de que los demócratas callados están, pero no tranquilos, sino que están trabajando para su futuro mediato: “El problema es que necesitamos votos demócratas en el Senado y es por eso que no me emociono demasiado...porque no vamos a lograr que los demócrats voten por nada. Podemos darles (a los demócratas) el 100% de lo que quieren y duplicarlo y aún así no lo aprobarían”. Noviembre dirá.