El libro que no volveremos a leer
EII l libro que en arqueología estamos seguros de volver a leer es el que produce una excavación arqueológica en la que se rescatan fragmentos de memoria y se interpretan, y analizados para encontrar una coordinación lógica, única manera de repetirlo, para volver sobre él y reinterpretarlo, porque los restos culturales forman algo así como un alfabeto que podría variar según varia la memoria, es decir, la cultura del historiador o del arqueólogo. Toda ciencia es digna de variantes cuando las mismas la superan, completan y mejoran. Por ejemplo en el caso de las transformaciones urbanas, la ciencia debe acompañar la memoria. Donde hay textos del pasado, debe tratar de ceñirse a los mismos. El dato de campo bien ordenado y trabajado con estadísticas de los hallazgos aun sea un descubrimiento superficial, apuntan a la investigación correcta. Un clavo, un ajuste arquitectónico, el hueco de un viejo edificio, un trozo de botella o un frasco de medicina tienen voz propia si se desea reconstruir la vida cotidiana. Trabajando en Los Castillos de Guayana, Venezuela, sitio que fue de ocupación militar a principios del siglo XX, en las orillas altas del Rio Orinoco, encontramos numerosos frascos de medicina para el catarro: en la representación de la vida cotidiana, las mayores muestras señalaban afecciones eran las de la gripe y el paludismo. Aquí, al comienzo de la Calle del Caño (Isabel la Católica) las evidencias de alcantarillas españolas que pocos conocen son por ejemplo, una memoria sólida necesariamente interpretable, de las desviación de las aguadas que llegaban hasta allí en épocas tempranas de la colonia, a la vez que desagües coloniales de las primeras edificaciones españolas. Hace falta un Museo de la vida colonial, y no solo la exhibición volátil de cacharros, hebillas y candelabros retorcidos. Con el sistema Ford de clasificación y con ciertas estadísticas que “hablan”, hemos demostrado en Arqueología de Yuma, un libro pionero en el Caribe para entender el desarrollo social de las ocupaciones precolombinas, que la estadística de objetos clasificados por estratigrafía, aporta datos de vida y de las sociedades precolombinas y de objetos trabajados por quien firma este artículo, Fernando Luna Calderón, y los profesores eméritos de la Universidad Central de Venezuela Dres. Mario Sanoja e Iraida Vargas. En la buena interpretación arqueológica quedan las voces del diálogo mental que nace de los hallazgos. Toda pieza arqueológica procedente de la vida cotidiana tiene aun el eco de sus fabricantes.