CELEBRACIÓN CON UNA PIEZA
QUE LLAMA A REFLEXIÓN
Mario Lebrón y Teo Terrero, amigos y colegas de las artes dramáticas, decidieron un día hace ya dos décadas fundar la productora de teatro Proa. “No teníamos trabajo”, dice Lebrón con una sonrisa, y que por esto se dedicaron ellos a generarlo.
Hoy se encuentran en la presentación de la obra que celebra esos 10 años de teatro en los que han presentado trabajos distintos como “Ave negra” y “La Venus de las pieles”. Se trata de “¡Oh, Dios!”, de la dramaturga israelí Anat Gov. “Es una crítica a todo lo mal que nosotros hemos hecho con nuestra propia existencia”, comenta Lebrón, quien dirige el montaje, en conversación con este diario.
Este trabajo, según enfatiza, tiene la línea que a él y a Terrero les gusta. Es decir, una pieza cuyo texto invite a la reflexión y en este caso con un tema que levanta tantas pasiones como es el de la idea de Dios. Y esto es lo que le in- teresa, que el público tenga un espacio para exponer sus contradicciones, ideas encontradas y la sana discusión al final de la función.
Aparte de esta obra, que tiene sus últimas funciones este fin de semana en la sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito, con Proa están incursionando, además, en el cine. En ese sentido están trabajando varios cortometrajes y el guion de un largo. “Pero seguiremos haciendo teatro porque es nuestra espina dorsal, lo que nos sostiene porque es la gran pasión”, comenta.
Del aspecto cinematográfico Lebrón conoce mucho, ya que ha dado vida a importantes personajes secundarios en varias películas dominicanas. Es por esto que tiene una idea bien fundamentada de cómo se realiza el trabajo actoral en la filmografía local.
Explica que salvo los roles principales, en general no se trabaja mucho el ensayo y análisis de personaje, y que ese tema de “actores de cine” y “actores de teatro”, no es un problema ya que entiende que “no es tan complicado” y que el cambio de lenguaje no es de 180 grados”.