HAITIANO PROFANA POR SEGUNDA VEZ LA BASÍLICA DE HIGÜEY
SUSTRAJO DINERO EN PESOS Y DÓLARES DE LA CAJA DE OFRENDAS DEL TEMPLO
REINCIDENTE. El haitiano Derfo Anerson, de 21 años, cuando fue captado escalando hacia el interior del altar mayor de la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey, donde sustrajo dinero en pesos y dólares al violar la caja de las ofrendas a la virgen. El extranjero estuvo en prisión durante ocho meses por el mismo delito.
(+) El profanador es reincidente en este tipo de acciones y en anterior ocasión las autoridades eclesiásticas dejaron sin efecto una querella.
Un haitiano que el pasado año había profanado el interior del altar mayor de la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia y que estuvo durante 8 meses en prisión, fue apresado ayer nuevamente tras regresar al templo y sustraer dinero en pesos y en dólares al violar la caja de las ofrendas.
Derfo Anerson, de 21 años, quien fue entregado a una patrulla nocturna de la Policía, luego de penetrar al templo en la madrugada de ayer, cargando con la suma de 4,824 pesos y 88 dólares, fue sorprendido por los guardias de seguridad quienes lo vigilaban hace varios días, lo capturaron y lo entregaron a la patrulla policial.
El reincidente de las acciones vandálicas en el interior de la Basílica de Higüey, fue atrapado con el dinero en efectivo, al violar la caja que contenía las ofrendas de una semana que nativos y turistas depositaron en la caja. Anerson estaba en libertad desde el mes de septiembre del pasado año, luego de permanecer 8 meses en prisión, por una profanación que realizó a comienzo de año, siendo apresado en febrero del 2017.
¿Gestiones del pastor haitiano?
Sin embargo, atendiendo al pedido de su padre, un pastor haitiano que le solicitó perdón al sacerdote Evaristo Areché, rector de la Basílica y quien había puesto la querella formal, en nombre de la Iglesia Católica, este le concedió el pedido “por clemencia”, retirando la querella.
El propio Areché analizó que tras los trámites para lograr su libertad, el hombre se quedó en el país y jamás regresó con su padre a Haití, por lo que repitió la acción, siendo objeto de una querella formal, por la profanación y robo.
Areché confirmó que se han producido otras profanaciones en la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, que no han sido dadas a conocer, porque no le gusta la publicidad.
Narró que el profanador en esta ocasión era vigilado de cerca, porque desde hace alrededor de un mes venía cometiendo delitos, incluso cargando con un perfume Elizabeth Arden que se le coloca al cuadro de la Virgen y que fue donado por una familia de Higüey, el que trajo al templo y le fue incautado.
Dijo esperar que tanto el perfume, como el dinero de la ofrenda le sean devueltos para uso de las actividades que se realizan en el templo católico. El coronel Fernan- do Cruz González, a cargo de la dotación local, confirmó que el individuo apresado es reincidente e investigado en el cuartel policial de la ciudad, ocupándosele una gorra negra, una pinza que utilizaba para forzar el candado de la caja de ofrendas, tres sobres blancos, tres recibos color amarillo y un frasco de perfume.
Anerson fue llevado a la Dirección de Investigación Criminal de la Policía (Dicrim), para ser investigado y sometido a la justicia. Se explicó que el obispo se interesó por el caso, en medio de la reunión de una semana que realiza con los obispos del país, empero se le explicó que la situación era normal.
El pasado 22 de diciembre el haitiano Yoni Toussaint, también fue apresado por las autoridades, luego de penetrar al interior del Altar Mayor del Santísimo y provocó daños en el sagrario de la Eucaristía creando un desorden al derrumbar bancos, floreros, y cristales por el suelo.
El Santísimo de la Basílica es visitado por miles de dominicanos cada año, principalmente el 21 de enero, Día de La Virgen de la Altagracia, considerada la protectora de este pueblo.
El rector de la basílica Nuestra Señora de la Altagracia de Higüey agradeció el seguimiento de las autoridades a lo publicado por el LISTÍN DIARIO sobre la prostitución que protagonizaban mujeres que estaban ofreciendo sus servicios en el mismo frente de la Basílica, lo cual ameritó un editorial y reacciones que erradicaron y alejaron el inmoral espectáculo de las inmediaciones del templo de peregrinación más importante del país.